LOS DERECHOS SOCIALES COMO PARTE MUY
IMPORTANTE DE LOS DERECHOS HUMANOS
Por estar vinculados a la dignidad de la persona, los derechos sociales son una parte muy importante de los derechos humanos. Las personas, sólo por el hecho de serlo, tenemos derecho a la salud, a una educación gratuita, a prestaciones sociales y, en general, a todas esas conquistas que la sociedad por mediación de sus organizaciones y personas comprometidas han conseguido con riesgo de su disolución o prohibición , las primeras, y de su seguridad e integridad psíquica y física, las segundas; incluso la pérdida de la vida de quienes han trabajado y luchado por la justicia ha sido en muchas ocasiones el tributo pagado por desafiar a los poderes económicos y políticos.
Más concretamente,
en el mundo obrero, el campo en que L@S
militantes de la HOAC nos movemos, esas conquistas protagonizadas por el
Movimiento Obrero han hecho posible que gradualmente los trabajadores y
trabajadoras puedan, con mucho esfuerzo y sacrificio, desarrollar su trabajo en
condiciones más dignas que las generaciones anteriores, al menos en una parte
de nuestro mundo . Gracias a las luchas obreras y sociales de los dos siglos
precedentes y en los años que llevamos
vividos del actual, la opinión pública ha
llegado al convencimiento de que sin el reconocimiento práctico y efectivo de
los derechos sociales es muy difícil-diríamos imposible- llevar una vida digna de seres libres.
Hoy, sin embargo, estamos en un momento muy delicado para el
presente y el futuro de los derechos humanos, en general, y de los derechos
sociales, en particular. Para pagar una deuda infame, que no tiene fin,
provocada por banqueros, financieros especuladores, siervos de un sistema
depredador que pone el dinero por encima de las personas, y gobiernos dóciles a sus dictados, están metiendo
a la mayoría de la población en una peligrosa espiral de pobreza y
deshumanización. La clase obrera ve cada vez más recortados sus derechos,
mientras millones de hombres y mujeres son arrojados al agujero negro del paro,
la necesidad y la pobreza asoma su cara amenazante y nuestras ciudades se ven
cada vez más pobladas de personas excluidas del sistema, sin techo ni sustento.
Ha llegado la hora
de que la mayoría social se movilice sin
descanso en defensa de sus derechos y denuncie el sufrimiento que padecen las
víctimas de este sistema. Es necesario convencer a la población de que el
capitalismo es un sistema caduco que necesita un recambio-un nuevo orden social
y económico- que ponga a la persona en el centro de la vida, dé al trabajo la
centralidad que ha de tener por ser generador de igualdad, haga de la política
un servicio desinteresado a la ciudadanía, principalmente a los pobres, y dé a los derechos humanos y sociales la
importancia que tienen como constructores de una sociedad nueva sin explotados
ni explotadores. No vale mirar al otro
lado, nos va en ello la cohesión del tejido social.
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