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miércoles, 14 de octubre de 2020

      


             DE VOSOTROS, FARISEOS DE AYER Y DE HOY

En el evangelio de Lucas (Lc, 11, 42-46), Jesús arremete con advertencias a los fariseos de su tiempo que pagaban el diezmo, hecho que él no rechazaba, y se olvidaban del derecho y del amor de Dios al prójimo. Critica también la predilección de los miembros de este grupo por los primeros puestos y las reverencias por la calle. Los compara a tumbas que la gente pisa sin saberlo. Finalmente, no se olvida de los juristas que imponen a la gente cargas muy numerosas e insoportables, pero viven como si no tuvieran que hacer nada; es decir, no mueven un dedo por nada ni por nadie.

Jesús se enfrenta, pues, al “espíritu del fariseísmo”[1] por el que se exige a los demás lo que no viven quienes lo proclaman y postulan.

Si aplicamos el pasaje evangélico a nuestras vidas, quizás, nos vengan bien estas palabras de J. M. Castillo en el comentario al evangelio del día: “Una de las cosas más difíciles, que hay en la vida, es matar al fariseo que todos llevamos dentro. En definitiva, porque a todos nos gusta aparecer como realmente no somos”[2]

¿No será necesario para dar transparencia a nuestra vida cristiana y social la lectura comprometida e interpelante del Evangelio, de tal manera que confrontemos continuamente nuestras vidas con sus propuestas, advertencias y recomendaciones?

¿No ha llegado ya la hora de dejarnos de palabras bonitas y huecas en nuestras reflexiones públicas y pasemos a la acción en todo aquello que se nos pide en el Evangelio?

¿No será esta forma de leer, contemplar y vivir el Evangelio el mejor antídoto para no caer en la hipocresía, las medias palabras, el miedo y el no querer saber nada de los problemas de los demás, aunque asistamos a las ceremonias religiosas y nos esforcemos cada día en vivirlas de la forma más devota y perfecta?

¿A la luz del Evangelio no debe la Iglesia ser más transparente, comprometida y crítica con lo que ocurre en su seno, en vez de esconder la cabeza bajo el ala?

¿No es precisamente la falta de “espíritu evangélico” lo que hace que muchos pastores no escuchen al papa Francisco, lo odien con todas sus fuerzas y le pongan “zancadillas dialécticas” a cada paso que da?

Se ha dicho que la Iglesia tiene sus tiempos que no son los nuestros, pues así le va, siempre a remolque de los acontecimientos. El Evangelio  urge a los cambios inminentes, porque el tiempo pasa y, a veces, las ocasiones no vuelven. Sin embargo, la Iglesia cree que tiene todo el tiempo del mundo para una conversión comunitaria, a pesar de que los problemas sin solución se pudren y se materializan en escándalos, que se vuelven contra la institución, como, por ejemplo, la   pederastia, que ha causado mucho dolor, vergüenza, pérdida de la fe y desconfianza hacia la Iglesia.

Por tanto, parece obligado o muy aconsejable hacer del Evangelio nuestra guía de vida. Porque en él se nos revela a Jesús de Nazaret, el Cristo, cuyo seguimiento es fundamental para quienes-hombres y mujeres- se identifican como cristianos.

 



[1]  José María Castillo. “La Religión de Jesús. Comentario al Evangelio diario 2020”, pág 366.Desclée de Brower.

[2] Idem. 

jueves, 1 de octubre de 2020

NO HAY NADA QUE CELEBRAR; 1 DE OCTUBRE, DÍA INTERNACIONAL DEL MAYOR/ DE LAS PERSONAS MAYORES: CAOS, MUERTES, CONTAGIOS Y ABANDONO EN RESIDENCIAS




           

NO HAY NADA QUE CELEBRAR: 1 DE OCTUBRE “DÍA INTERNACIONAL DEL MAYOR/DE LAS PERSONAS MAYORES.

Hoy 1 de octubre “Día Internacional de la Personas Mayores”, recordamos a los más de 21.500 ancianos y ancianas fallecidos en las residencias de la tercera edad, en la mayor de las soledades, sin la presencia y acompañamiento de sus seres queridos. Muchas de estas personas fallecidas fueron localizadas en sus centros por la Unidad Militar de Emergencias. Además de otras enfermas y aisladas llorando en sus habitaciones.

 

Los medios de comunicación e internautas amarillistas, por motivos ideológicos, dijeron que la UME mentía, pero los hechos confirmaron la triste y cruel realidad.

 

Estas residencias en manos de potentes empresas con negocios en fondos de inversión en Holanda, Luxemburgo y Francia, entre otros lugares geográficos donde operan tales fondos, con ingresos millonarios y subvencionadas generosamente por las administraciones públicas, apenas si estaban sometidas a control oficial.

 

Rendimos también homenaje en este día a las casi 35.000 personas mayores en listas de espera de la dependencia, fallecidas antes de recibir las prestaciones por defectuosa  aplicación y escasa financiación de la Ley de Dependencia

 

Este país debe mucho a las personas mayores, y se le debería caer la cara de vergüenza a nuestros políticos si no ponen ahora los medios necesarios para evitar que, en esta segunda ola del covid-19, ocurra lo que en la primera: el caos, las muertes, los contagios y el abandono de los residentes. Sería un auténtico homicidio, pues ya se tiene conocimiento de los efectos de la pandemia en residencias.

miércoles, 30 de septiembre de 2020

SIENTO TRISTEZA E IMPOTENCIA ANTE LA SITUACIÓN SANITARIA Y SOCIOECONÓMICA ACTUAL

 

SIENTO TRISTEZA E IMPOTENCIA ANTE LA SITUACIÓN DEL PAÍS.

             

A veces siento tristeza, acompañada de cierta impotencia por no poder ayudar a las personas buenas, honradas y trabajadoras que no tienen lo que llamamos  suerte en la vida; o que  debido a circunstancias adversas como es, en estos momentos, la inquietante y peligrosa  presencia del covid-19, se ven abocadas  al paro, a causa de la  pérdida de su trabajo- autónomo o por cuenta ajena-, que venían realizando con normalidad hasta el momento de la crisis; una crisis que como la anterior ha pasado factura a los de siempre, a la mayoría social. A algunos no los ha tocado la pandemia con su negra vara y, en cambio, ha hecho más ricos a los ricos.


 Se que esa tristeza que siento, y a la que he aludido al principio del escrito, nace del amor. El amor es un sentimiento, pero también una fuerza racional, constitutiva de la naturaleza humana, que nos impulsa a abrirnos al otro o a los otros. Este amor racional, con base también sensible, pues, como decía el filósofo: “No hay nada que pase por la mente que antes no haya pasado por los sentidos”, presenta una doble vertiente y dirección: la primera, el amor a las personas, materializado en la virtud de la fraternidad. Este amor es, por tanto, personal, si se conoce a la persona o personas víctimas de las circunstancias. También puede ser un amor social, hacia un colectivo determinado, que esté gravemente afectado por un percance de cualquier naturaleza. En este caso, el amor se materializa en la virtud de la solidaridad.


El amor personal a quienes reconocemos víctimas en nuestro ambiente cercano, fraterno y el colectivo, social y solidario, exigen una respuesta por parte de quien ama en el sentido que hemos explicado antes; se siente   tristeza por la suerte del prójimo y se decide aliviar o corregir la desazón y el sufrimiento de quienes son víctimas de crisis provocadas por el hombre o sobrevenidas por una causa física difícilmente previsible.


En el otro lado de la realidad, como si estuvieran presenciando un espectáculo desde la barrera. Se encuentran quienes no han padecido esta crisis y la anterior, sino todo lo contrario. Han salido más beneficiados que antes, y salvo honrosas excepciones, llaman “paguita” al Ingreso Mínimo Vital, ellos y ellas que votaron a quienes llevaron a cabo un sistemático plan de desahucios, recortes en los empleos y recursos y privatizaciones  sin  límites, de tal manera que un afamado periodista los ha llamado “piratas de lo público”. Y ahora temen que determinadas reformas propuestas por el partido situado más a la izquierda del Gobierno puedan alterar su estatus de confort, que los  blinda de cualquier eventualidad que haga peligrar sus intereses económicos y sociales. Por tanto, determinados sectores de esta clase más pudiente llevan a cabo campañas de acoso y derribo al Gobierno si no se deshace de su socio, U.P.


Como se puede comprobar por la situación descrita, España permanece secularmente dividida entre el egoísmo de unos, disfrazado de un falso patriotismo, y el sufrimiento de otros, que han visto como su hacienda está por los suelos ante la indiferencia y las zancadillas de los ricos y muy pudientes de este país.


Por consiguiente, siento tristeza cuando observo la postración en que han caído quienes lucha a brazo partido por salir adelante, en muchas ocasiones sin resultados, e impotencia porque sé que ese egoísmo e insolidaridad de quienes tienen la sartén por el mango es el peor obstáculo para la reconstrucción sanitaria, económica y social de este país.

¡Qué pena!

 

 

martes, 25 de agosto de 2020

EVANGELIO Y SITUACIÓN DE LA IGLESIA DIOCESANA

 

       JESÚS DE NAZARET CRITICA DURAMENTE LA HIPOCRESIA .

       En los evangelios Mt 23,13-22 y Mt 23,23-26, Jesús critica duramente la hipocresía de quienes por fuera aparecen ante los demás como limpios y puros y por dentro están llenos de robos e inmundicias. Es, por tanto, la crítica a quienes  cumplen rígidamente con los ritos y apuran hasta los últimos detalles de lo menos importante, y, sin embargo, no tienen en cuenta el derecho, la compasión y la sinceridad.

   Si nos fijamos en las advertencias y consejos  de Jesús, forzosamente hemos de preguntarnos cómo andamos de estos tres valores; el derecho, la compasión y la sinceridad en la Iglesia y. más concretamente,  en nuestra Iglesia de Cádiz y Ceuta. Vemos  claramente que no se respetó  el derecho de los trabajadores y trabajadoras despedidos injustamente por el Obispado y Cáritas; tampoco, los derechos de los curas removidos caprichosamente de sus cargos por decir la verdad y denunciar las injusticias en el seno de la Iglesia diocesana. Las parroquias, como la de Vejer, han sido desposeídas de sus propiedades  seculares,  que ponían en usufructo al servicio de sus comunidades y como yacimientos para dar trabajo y sustento a familias.

 Otra pregunta obligada es si ha habido compasión, como demandan estos evangelios. con las personas y entidades afectadas. La respuesta es un no rotundo. Se ha desahuciado a personas y familias; se ha causado sufrimiento, frustración y pérdida de confianza hacia la Iglesia en personas que esperaban que esta fuera la Casa Grande que acogiera a todas las personas que sufren por cualquier motivo y tienen necesidad de consuelo y asistencia material y espiritual,

Y como colofón de toda esta actuación nada pastoral del Obispado es que ha faltado sinceridad y transparencia ante los diocesanos y diocesanas.


sábado, 22 de agosto de 2020

DESDE MI VENTANA: LA QUIETUD DE MI VECINA LA PALMERA Y LA ACTUALIDAD

 

DESDE MI VENTANA.

LA QUIETU DE MI VECINA LA PALMERA.

Hoy, mi vecina la palmera ha amanecido absolutamente quieta en medio de un conjunto luminoso originado por el sol radiante que domina la escena, y que contemplo desde mi ventana.

Me resulta sorprendente la quietud de este Cádiz de mis vientos. Sé que alguien me diría que posiblemente estamos en levante en calma o que va a saltar con fuerza. Solo sé que hace calor en estas primeras horas de la mañana. En la Casa de las Artes se dibuja una sombra de forma casi geométrica que alterna con la superficie soleada del edificio.

Mientras observo y reflexiono, mi vecina la palmera sigue ahora en su aparente reposo, con ligerísimos movimientos, apenas perceptibles, de sus ramas colgantes. Se respira una paz que es la que deseo para mi alma, tan agitada por continuas noticias de naturaleza negativa, que martillean mi cabeza: subida de la curva de rebrotes del covid-19, acompañados de actos, a veces, vandálicos, cometidos por irresponsables, que, por sus actitudes y comportamientos, parecen más seres descerebrados que racionales. Todavía me llega el eco de las tres mil personas que se manifestaron en la Plaza de Colón, dirigidas por líderes de pacotilla que creen que el virus se transmite por ondas electromagnéticas; unos protestan con un sentimiento naturalista contra las vacunas; otros  ocultan su ideas fascistas bajo el rimbombante nombre de su partido: “resistencia democrática” y denuncian una pretendida  falta de libertad por tener que cumplir con normas establecidas por el Gobierno para preservar la salud ciudadana frente al coronavirus, como por ejemplo, el uso de las mascarillas. Incumplieron todas las normas, se jactaron de ello y algunos profanos de la medicina tuvieron la desfachatez de explicar a voces sus demenciales teorías pseudomédicas.

Alguien cercano está escuchando en la radio la tertulia de la mañana de una importante emisora. Los tertulianos comentan   las andanzas amorosas y financieras del rey emérito, entre la preocupación de que tales andanzas puedan perjudicar a la institución monárquica y la indefendible postura de que Juan Carlos no ha sido imputado. ¡Cómo si hubiese habido la posibilidad de imputación ante el muro de la inviolabilidad del monarca que lo ha blindado desde el principio de su reinado y el silencio de los sucesivos gobiernos que han preferido mirar a otro lado! Me indigna que algunos quieran que comulguemos con ruedas de molino.

¡Qué lentitud de la justicia en este asunto del rey emérito y  qué diligencia  de la Fiscalía  para investigar a Podemos por indicios y rumores de su exabogado! Es verdad que lo que sea sonará, porque hay que esperar al dictamen de la justicia, que según algunas informaciones, se sabrá en noviembre. Pero le ha faltado tiempo a la oposición de derechas, muy “ofendida” por las presuntas irregularidades en las cuentas de Podemos, para pedir la dimisión de Pablo Iglesias y su equipo, a fin de provocar una crisis de gobierno. Esta cínica   actitud me trae a la memoria el dicho de Jesús en el evangelio: “¿Por qué miras la paja que hay en el ojo de tu hermano y no ves la viga que está en el tuyo?” (Lucas, 6, 41).

 Mi familiar me comenta indignado todo esto que ha oído en las noticias y mi indignación sube también de tono. ¿Dónde queda ya la paz interior que me inspiraba la quietud de la palmera y sus compañeras? Para que nada falte, sigue el tintineo del móvil que anuncia, desde las claras del día, un mensaje tras otro, la cadena de envíos de noticias, sobre todo de quienes transmiten una pesada y exhaustiva información de lo que ocurre a nuestro alrededor y en el resto del mundo.

Miro a mi vecina la palmera y me digo: ¡Qué difícil es mantener la paz interior en esta sociedad histérica y muchas veces injusta, que nos obliga a prestar continua atención a los acontecimientos sin darnos tiempo a un serio discernimiento!

Finalmente, respiro profundamente y siento una reconfortante tranquilidad, antes de volver a la actividad del día, como la que tuve al principio de mi reflexión al ver la inmovilidad de mi vecina la palmera.

 

 

 

 

viernes, 31 de julio de 2020

MI AMIGA "LA PALMERA" Y LA MANIFESTACIÓN DE NAVANTIA DE 29 DE AGOSTO.

  

            

MI AMIGA LA PALMERA TESTIGO DE LA MANIFESTACIÓN DE LOS COLECTIVOS DE NAVANTIA.


Hoy, mi amiga   la   Palmera ha sido testigo de la manifestación de los trabajadores de plantilla y de contratas de Navantia.  Allí estaba ella en medio de la aguerrida y colorista marcha de manifestantes, que lucían sus uniformes de trabajo de distintos colores, según los servicios y empresas auxiliares donde realizan su actividad laboral. Es verdad que había algunas mujeres, de hecho, la presidenta del comité de empresa es mujer y tiene un bonito nombre, Margarita; en un colectivo tan masculinizado como es el sector del metal. Sin embargo, mi grácil y esbelta palmera estaba también ahí, como una mujer más, aplaudiendo con el ligero movimiento de sus ramas, impulsadas por la suavidad del viento reinante, y despidiendo a los manifestantes que, tras los furgones policiales, avanzaban alertando con sus gritos, consignas y sirenas a un público bastante indiferente a los graves problemas que aquejan a la Bahía de Cádiz.


 Como un colectivo más de nuestro escenario laboral y social gaditano, los trabajadores de la empresa Navantia reclaman carga de trabajo, porque, al paso que van, los astilleros pueden encontrarse en una total parálisis.


Situaciones como estas me causan una profunda desazón, porque el mundo obrero y del trabajo ha de vivir siempre con la angustia a cuestas ante un futuro incierto por la posible pérdida de puestos de trabajo si las cosas no cambian. La realidad se dibuja de tal manera que parece que trabajar es un lujo que depende de la generosidad de los empleadores, si las circunstancias favorables dan empleo, o, en caso contrario, una “mala suerte” que deja hipotecadas su vida, la actividad laboral y la estabilidad de su familia. “Lujo”, “privilegio” o “mala suerte” son palabras que se utilizan para calificar la situación del trabajador o trabajadora según las circunstancias. Pero la verdad es que deberían oírse más, sobre todo en el sector empresarial y político, palabras como “derecho”, “dignidad” y “necesidad”. El despido y el paro consiguiente hacen pender de un hilo muy fino la seguridad económica y social de cada persona trabajadora y de la familia que tiene detrás, de tal manera que si este débil hilo se rompe, el destino es la pobreza y la exclusión social.


Malos tiempos corren para todos; basta leer la noticia reciente en los medios de comunicación sobre la encuesta realizada por el Colegio de Economistas a 32 socios sobre la situación socioeconómica de Cádiz y su provincia. Una mayoría muy representativa coincide en que se tardará dos años en volver al nivel anterior a la crisis de la covid-19, que ya era para muchos un grave motivo de preocupación. Y es precisamente en este momento tan desolador, cuando los colectivos laborales de Navantia no tiene carga de trabajo en su astillero.


Mientras la marcha iba dejando atrás la Avenida de las Cortes, a la altura de la segunda glorieta, le preguntaba a mi amiga la Palmera: ¿Qué será de estos trabajadores y esas pocas trabajadoras que los acompañan? ¿Superarán la falta de trabajo gracias a gestiones inteligentes de empresarios y políticos, o tendrán que seguir luchando por su pan y el de sus familiares?


Les deseo suerte y solidaridad.

Cádiz, 29 de agosto 2020.

domingo, 5 de julio de 2020

MI PALMERA HA IDO A LA PELUQUERÍA- DESDE MI VENTANA.

                 MI   PALMERA   HA   IDO A LA PELUQUERÍA.

Miro por mi   ventana   y veo a mi vecina   la palmera   más esbelta   que en otras ocasiones. Por fin ha sido podada como al resto de   sus   compañeras   de   alrededor.


Ha perdido su frondosa cabellera, repleta de ramas verdes antes de la poda, pero también   otras que habían dejado de lucir su verdor a causa   del profuso sol de temporada.


Me da alegría verla tan alta y grácil, como si presidiera el trasiego de esta avenida de Las Cortes, convertida   en   miniautopista por el continuo transitar de vehículos que acceden, a veces sin limitación de velocidad, por el puente nuevo al centro urbano y puerto de Cádiz.


Detrás de la palmera, a modo de decorado, luce su   blancura, alterada por el azul   de   sus ventanas, la   Casa de las Cortes. Nuestra palmera   domina la situación, pues es tan alta como el edificio que le sirve de fondo.


Un ligero viento mueve sus ramas y las   del   resto de sus hermanas que la acompañan en la   avenida, creando una realidad en las alturas que nada tiene que ver con el transitar de personas y de vehículos   que circulan a ras del suelo.


Esa dualidad de realidades   me hace pensar que en la vida es necesario mirar también hacia arriba,  observar la copa de los árboles, el azul del cielo,  las nubes que se desplazan lentamente,  y  el vuelo de los pájaros. Solo así se abrirá nuestra vista a otros espacios y nuestro corazón a la sensibilidad que suscita en nosotros la naturaleza. Finalmente, la razón podrá captar y contemplar la realidad de nuestro pequeño mundo, no solo de tejas para abajo, sin también en las alturas, donde el espíritu se ensancha, la vista abarca nuevos horizontes y se aspira un halo de libertad sin límites.

   

domingo, 21 de junio de 2020

JESÚS DE NAZARET SE DESPISTA DE SUS PADRES

JESÚS DE NAZARET SE DESPISTA DE SUS PADRES.

 Lucas, en 2,41-51, cuenta que en la peregrinación que todos los años acostumbraban a hacer Jesús y María a Jerusalén, la capital de Judea y lugar santo de los judíos, a la que acudían más de un millón de judíos procedentes de distintos puntos de Israel y de otros lugares tanto limítrofes como más lejanos,  cuando Jesús tenía 12 años,  no acompañó a sus padres  en el viaje de vuelta de Jerusalén a Nazaret.  Llevaban estos una jornada de camino, cuando se dieron cuenta de la ausencia del hijo. Hasta ese momento, habían creído que iría con sus parientes o conocidos en la caravana. Retoman el viaje de vuelta a Jerusalén, y tras tres días de angustiosa búsqueda, lo encuentran en el Templo respondiendo a las preguntas de los maestros de la ley, que están sorprendidos por la sabiduría de un niño de 12 años. María le reprende por no haberse incorporado a la comitiva, y Jesús le contesta que si no sabían- su padre y ella- que él tenía que estar en las cosas de su Padre. Jesús vuelve finalmente a Nazaret, donde permanecerá sujeto a la autoridad familiar.

Aunque hay exegetas que consideran que todos los evangelios de la infancia de Jesús no están comprobados históricamente, me ha llamado la atención este pasaje de Lucas por su plasticidad, realismo y sencillez en la narración. A mí, personalmente, me dice que Jesús se entregó, siendo   todavía un preadolescente de doce años, a la misión que él consideraba le había encomendado su Padre- Dios. Lo expresa claramente cuando su madre le pregunta que por qué les había hecho “esto”, es decir, quedarse en Jerusalén, Él les contesta en plural: “¿Por qué me buscáis?” “¿No sabéis que debo ocuparme en las cosas de mi Padre?” Las cosas de su Padre eran el mensaje y la misión que debía predicar y anunciar.

La conversación con los   doctores de la Ley tuvo que ser muy intensa, pues, más tarde, diría Jesús que esas “cosas” las   habían revelado Dios a la gente sencilla y ocultada a los sabios y entendidos (Mt, 11-25), porque estos no las iban a comprender.  Además, sería un momento   sorprendente ver a aquel niño responder con tanto desparpajo y sabiduría.

José y María, como cualquier padre o madre, se   llevaron   un gran disgusto   al   comprobar que su hijo no iba en la caravana. Asumieron, por tanto, las molestias de tener que volver a Jerusalén a buscar a su hijo, desconcertados y agobiados pensando qué podía haberle ocurrido.

En una reflexión que acabó de leer por Internet, se construye un movimiento espiritual a partir de la narración, afirmando que José y María eran conscientes de la misión de Jesús y que, lo mismo que ellos lo buscaron con afán y lo encontraron, nosotros hemos de imitar al matrimonio de Nazaret en su búsqueda y acercamiento a Jesús. No veo mal la analogía, pero prefiero quedarme a ras del realismo que presenta el pasaje de Lucas, porque el mismo Jesús aclara a sus padres por qué estaba en el Templo conversando con los maestros, ya que tenía que ocuparse de las cosas de su Padre; y, es más, en el texto se afirma que Jesús y María no lo comprendieron. Es posible que se preguntaran: ¿No somos nosotros sus padres? ¿A qué padre se habrá referido nuestro hijo?

Dos conclusiones finales describen el desenlace de este breve episodio: que Jesús se vuelve con sus padres a Nazaret, sujeto a la disciplina familiar. Se supone que este estado de obediencia duraría lo que su vida privada (oculta), ya que, a partir de los treinta años, aproximadamente, comenzó su vida pública y rompió con la disciplina familiar para llevar a cabo su misión. En la otra conclusión, su madre “conservaba” todo esto en su corazón. El verbo “conservaba” expresa que María iría progresivamente   asimilando la misión   especial de su hijo, las continuas experiencias y vicisitudes en su lucha pacifica por la extensión del Reino de Dios, basado en el amor, la misericordia, la bondad y la justicia. Es el corazón, como se lee en el evangelio, lo más profundo y sentiente del ser humano, donde ella   asentaría todos los acontecimientos que Jesús protagonizó, los consejos que transmitió y las revelaciones acerca de su Padre del Cielo. Finalmente, comprendería en toda la extensión del mayor dolor la misión de aquel hijo por el que tanto sufrió.

 

 

 

   

martes, 9 de junio de 2020

La muerte de Goerge Floid: miseria moral y violencia del sistema de orden autoridad de los Estados Unidos.



           
El ASESINATO DE GEORGE FLOID: MISERIA MORAL Y VIOLENCIA DEL SISTEMA DE ORDEN Y AUTORIDAD DE LOS ESTADOS UNIDOS



Cualquier asesinato es cruel, pero el de George Floid   tiene unas características   especiales: la   fuerza con que la rodilla del policía asesino   presionaba   sobre la cara   de la víctima, hasta el punto de dejarlo sin respiración, fue directamente proporcional al odio y al racismo que presuntamente   el agente   del llamado “orden público” tiene a las personas de raza negra.  Los hechos reflejan una realidad que solo tiene una doble cara:  la violencia y la   impunidad.



Es verdad que la escena grabada por un vecino de la calle donde   ocurrió   la  tragedia, no necesita   más explicación: era lo suficientemente plástica y contundentemente   violenta   para que   el hecho nos hable por sí solo: el cuerpo pesado de un agente de policía aplasta con su rodilla la cara de un ciudadano de raza negra, sin miramientos y, por tanto, sin sentimiento alguno de piedad hacia el agredido. Es la fuerza de un hombre brutal, que no tuvo ni siquiera una palabra de oposición de sus compañeros agentes de este “orden injusto” al hecho deleznable que estaba realizando. No hubo de  parte de ellos  un solo gesto que disuadiera a su compañero de las graves consecuencia que podía derivarse de su bárbaro acto.



¡Pobre y desgraciado el país en que se dan estos hechos! ¡Dónde queda el patriotismo de la mano en el pecho, mientras se canta el himno nacional y se adora a la bandera de sus amores! ¿Qué personas tienen derecho a integrar ese país, a juicio de supremacistas y racistas asesinos sin conciencia? ¿Solo los blancos, a criterio del más puro y selectivo nazismo? ¿De qué tipo de autoridad están investidos muchos de los policías estadounidenses, que dan palizas, torturan y matan a personas, a las que consideran diferentes y e inferiores?  ¿Qué valores pueden    significar   unos   asesinos    que, en vez de defender a los ciudadanos, de velar   por   su   seguridad,  los  agrede  y  mata.  ¿Cómo puede la ciudadanía   reconocer al agente, representante de una autoridad que emana de poderes xenófobos y racistas, o indiferentes, como el caso del presidente Trump, que solo se ha referido a los disturbios y destrozos, estos últimos obra de desaprensivos; pero no ha tocado  siquiera de paso el nudo de la cuestión: el asesinato de Floid y de tantos otros ciudadanos negros a manos de un importante número de policías que tratan  peor que  a perros a unos ciudadanos  de los que Trump debería ser un presidente objetivo, imparcial y justo.



A la vista de tanta injusticia e impunidad, el pueblo pierde la confianza en sus mezquinos dirigentes y se echa a la calle, buscando en la muchedumbre la fuerza, autoridad colectiva y el respaldo que le falta; asideros que le han sido negados día tras día, año tras año, porque hace tiempo que el problema se ha enquistado en Estados Unidos, después de una época de cierto progreso gracias a las luchas, principalmente pacíficas, de activistas con Martin Luther King.



En una época de subjetividad como la que vivimos, las instituciones y políticos españoles, salvo honrosas excepciones, han guardado    un   irresponsable   silencio ante el amo imperialista norteamericano. Es posible     que si   hubiese   habido un presidente estadounidense   con distinta   altura   de miras y   actitud más equitativa, se habrían enviado mensajes   de pesar y condena del hecho; pero, en las circunstancias actuales, ¿qué dolor ha podido sentir Trump, tan indiferente a los acontecimientos, para aceptar las condolencias de las autoridades y organizaciones políticas españolas?



A pesar de este gran inconveniente, no es justificado el silencio ante un crimen como el perpetrado por el policía, debido a  intereses económicos y sumisión política al gigante americano; sobre todo de aquellos que nos recuerdan constantemente la situación política de Venezuela, como si fuera el único país con graves problemas políticos, económicos y sociales.



Una vez más, el conflicto racial de EEUU y sus secuelas de atentado a la vida y de injusticias ha dejado al descubierto a la opinión publica internacional la miseria y despiadada violencia del sistema de orden y autoridad del país norteamericano.


lunes, 1 de junio de 2020

A MI VECINA, LA PALMERA: AQUÍ ESTOY DE NUEVO




    
HOLA, QUERIDA PALMERA, AQUÍ ESTOY DE NUEVO.



Un día más te veo desde mi ventana, mientras me afano en mis trabajos cotidianos.



Hoy, te observo revuelta. Te cimbreas poderosamente, movida por este viento de levante que azota un Cádiz luminoso, preciosamente soleado. Tu hermosa cabellera se mueve también intensamente.



Sé que eres un ser vivo, pero a lo largo de mi existencia, he oído decir: AQUÍ ESTOY DE a profesores y científicos que, en el   reino terrenal al que perteneces, no se tiene conciencia de la propia identidad. No obstante, no niegan la posibilidad de que poseas una cierta sensibilidad, pues, gracias a los experimentos científicos, se ha llegado a detectar leves reacciones a estímulos externos como las agresiones.

Sea lo que sea tu naturaleza sensorial, he dicho en alguna ocasión que eres el termómetro que marca la temperatura- más abajo, más arriba- de mis estados de ánimo y el pulso de mi vida en relación con los acontecimientos sociales y políticos de cada día. No es que tú me avises  de esas situaciones, sino que, al presentar yo ante mi realidad circundante motivaciones,  desánimos personales, preocupaciones y alegrías: sentimientos y emociones suscitadas por el estado de cosas del mundo exterior en mi espíritu, si coincide tu movimiento- a veces,  suave; a veces, brusco- o tu esplendorosa quietud de algunos momentos con el cúmulos de hechos, emociones e impulsos, veo en tu imagen el símbolo  de circunstancias  que me ayuda a ser consciente de lo que me rodea y a reflexionar sobre lo que me depara el día a día.


Bueno, amiga palmera, desde mi permanente confinamiento, escondido del maléfico virus, me despido de ti, para volver a la actividad cotidiana. Gracias por sugerirme pensamientos y sensaciones que me permiten ejercitar esta, mi pobre e indolente, pluma.


¡Buenos días!

lunes, 11 de mayo de 2020

COVD-19: CONTAGIADOS Y FALLECIMIENTOS EN RESIDENCIAS DE MAYORES DE CÁDIZ


     

   
INFORME  DE LA COORDINADORA ANDALUZA DE PENSIONISTA SOBRE INCIDENCIAS OCURRIDAS  EN LAS RESIDENCIAS DE MAYORES DE LA COMUNIDAD DURANTE LA PANDEMIA.

El pasado día 7 de mayo, la Coordinadora  Andaluza de Pensionistas presentó ante el  Defensor del Pueblo Andaluz una petición de intervención, apoyada por 116 firmas,  para que investigue  los casos de contagio, fallecimientos y posibles negligencias  por parte de la Junta de Andalucía en determinadas residencias de Cádiz y  provincia.   Del documento de petición al Defensor, publico  en el blog solo  el informe  de  la vocalía de comunicación, de la que formo parte,  cuyo contenido, como podrá apreciar el lector, está basado en noticias de los medios gaditanos, ya que la Junta ha dado la callada por respuesta a la Coordinadora en dos escritos que esta le remitió el 13 y 20 de abril; y tampoco ha sido posible obtener  información directa de las direcciones de las residencias por falta de transparencias de algunas de ellas.

“Más de la mitad de fallecidos en Cádiz (Cádiz y provincia) por coronavirus son ancianos usuarios de residencias de  mayores”. Según cifras oficiales, ha habido 60 fallecidos en la provincia y 40 son personas de los centros de  mayores (La Voz de Cádiz, 14-04-2020).

Continuaba la información con el titular: “200 ancianos afectados  y 21 fallecidos”, según información de la Junta. Cádiz ocupaba  el 5º lugar con 125 mujeres afectadas por el virus y 68 hombres; 10 mujeres y 11 hombres fallecidos. El medio daba cuenta también de los 59 casos positivos por coronavirus, 48 personas mayores y 11 trabajadores, además  de  206 negativos y 3 fallecimientos. En la residencia de  “La Marquesa” de  Jerez eran ya 7 los residentes fallecidos (La Voz de Cádiz, 14-04-2020).

El primer centro  afectado en Cádiz  fue la residencia  pública “ Dolores Ibarruri, la Pasionaria” en Alcalá del Valle. El diario ABC- La Voz de Cádiz, informaba el 24-3-2020 de 3 muertos en esta residencia y del desplazamiento por decisión de la Junta de  28 ancianos infectados a la Línea de la Concepción. Comentaba también que el New York Times se había hecho eco del traslado  y que el periódico estadounidense  sentenciaba: “Un sistema desbordado deja morir  a ancianos, sacudiendo la imagen de España”- Y de Andalucía, se podría decir lo mismo.

También, el diario El País publicaba  que 38 mayores se habían infectados y que estaban desatendidos,  porque  los empleados se encontraban   enfermos. El alcalde del pueblo y cuatro de sus concejales tomaron las riendas  de la residencia. Todos recordamos la desesperación del alcalde, que había solicitado el viernes 20 de marzo ayuda a la Junta, pero  nadie se había hecho cargo de los ancianos que quedaban en el centro, después de  que  18 fuesen trasladados a hospitales de  Villamartín y Ronda. Este mismo periódico daba una cifra total de 58  afectados, 20 de los cuales eran trabajadores, 38 residentes y 2 fallecidos. El traslado a La Línea duró dos horas y la llegada del autobús y las ambulancias con los ancianos provocó la indignación de ciudadanos  linenses por el trato dado a los mayores. En una noticia de Diario de Cádiz, de 17-04-2020, aumentaba a nueve  las personas  fallecidas-según fuentes del centro- antes del traslado de los  mayores infectados  al Campo de Gibraltar.

En relación con lo ocurrido en la residencia “Nuestra Señora de  los Remedios” de Ubrique, la prensa gaditana se hacía eco el 25-3-2020 del ingreso de dos mujeres- una anciana y la enfermera de la residencia en el hospital “Virgen de las Montañas de Villamartín, por haber dado positivo en la prueba del coronavirus. La alcaldesa Isabel Gómez, muy alarmada por la situación de la residencia ubriqueña pedía EPIS a la Junta para que el personal sanitario pudiera realizar adecuadamente su trabajo.

Más adelante, el 17-04- 2020, según el Diario de Cádiz, la cifra de fallecidos en esta residencia se había incrementado en  dieciséis personas. La información se refería también brevemente a otras localidades gaditanas  como Jerez, Algeciras,  San Fernando (4 muertos) donde se habían dado fallecimientos. En centros para  personas con discapacidad y en albergues, el  medio informaba de 8 afectados por COVID-19.

Ya el 29-03-2020, la Cadena Ser informaba de una investigación  de la Junta en la residencia de Alzheimer “Nuestra Señora de la Paz”, de Chiclana, centro concertado con la Junta y perteneciente a Afanas. Seis afectados  presentaban un cuadro leve. Pero el 27 de marzo falleció un anciano al que se  le estaban haciendo pruebas.

Otro foco de infección por el COVID-19 ha sido  la residencia “El  Madrugador”, de la Diputación de Cádiz, sita en el Puerto de Santa María. El lunes, 20 de abril, una residente de 79 años, ingresada en el hospital  ”Santa María del Mar”, procedente de “ El Madrugador”, moría víctima del coronavirus. Otra mujer de la citada residencia había fallecido anteriormente.  En la fecha citada, el centro tenía a trece  personas ingresadas e infectadas por el virus y  cuatro en la UCI. (Andalucía Información). Puntualmente, 20 Minutos publicaba un despacho de  Europa Press (12-02-2019)  sobre una pregunta que el representante de  IU hacía a la  presidenta de la Diputación de Cádiz acerca del “futuro que espera al Madrugador” y revelaba  que la institución invierte todos los años 13 millones de euros. ¿Cómo se invierte este dinero o parte de él en el bienestar de las personas mayores residentes? Esta pregunta es pertinente si se tiene en cuenta que hoy, cuando se redacta este escrito (6-05-2020),  aparece una noticia en ABC- La Voz de Cádiz, relacionada con el fallecimiento de otro interno por coronavirus en la residencia “El Madrugador” el 30-04-2020. “Tenía patologías severas y presentaba síntomas compatibles con el coronavirus”. Añadía el periódico: “Este geriátrico de la Diputación ha registrado 2 víctimas mortales y tiene alrededor de una veintena de casos positivos”. Si  se comparan los datos de fallecimientos de los dos medios: Andalucía Información y la Voz de Cádiz, siendo más reciente la noticia de este último, en la residencia ha habido tres  muertes  de dos  mujeres y un varón.

Parece que en Cádiz capital, que se sepa, ya que así lo revelan los medios informativos, los datos son menos luctuosos. Según La Voz  Digital, a 13- abril,  en la residencia de mayores “San Juan de Dios” , de la fundación “Gerón”, había  4 casos por coronavirus, mientras que  OCÁDIZ DIGITAL, el 14 de abril,  informaba de   dos residentes y tres empleados contagiados. Una mujer estaba en esa fecha ingresada en el  hospital “Puerta del Mar” de Cádiz y un varón aislado en el mismo centro. Más tarde, el 14-15 de abril, el Diario de Cádiz  daba cuenta de dos positivos, entre los residentes, de los cuales,  en esta Coordinadora  se sabe que ha fallecido  la  interna  que estaba hospitalizada en “Puerta del Mar”.

El Campo de Gibraltar tampoco ha quedado libre de contagios y fallecimientos en las residencias ubicadas en su territorio. El 31 de marzo, Europa Sur confirmaba “catorce positivos en la residencia  de ancianos de la Junta en Algeciras, según UGT. Siete de los enfermos son residentes, cinco de ellos aislados en la octava planta. Otros siete trabajadores infectados”. Este sindicato reclamaba urgentemente medidas de protección, más contrataciones necesarias e imprescindibles por falta de personal en cocinas, limpieza, personal de clínica, etc.  Un foco importante es la residencia “San José Artesano” de Algeciras. La prensa informaba el 30 de marzo de 15 casos de contagios.  El 13 de abril, Andalucía Información se refería a dos fallecimientos, aunque la residencia avisaba de que ya no había más casos. Hoy, día 6 de mayo, se ha vuelto a insistir en dos muertes a causa del virus, y una muy reciente: una señora de 90 años, que ingresó en el hospital “Puerta del Mar” muy afectada, ya que se encontraba mal de salud, y el virus le ha provocado la muerte. Un interno de 80 años fallecía la semana pasada y el lunes cuatro, otro de avanzada edad en el hospital “Puerta del Mar”. 

jueves, 27 de febrero de 2020

PARTICIPACIÓN DE LOS TRABAJADORES Y TRABAJADORAS EN LA EMPRESA SEGÚN LA DSI




LA PARTICIPACIÓN DE LOS TRABAJADORES Y TRABAJADORAS EN LA EMPRESA, SEGÚN LA CONCEPCIÓN  DE LA DOCTRINA SOCIAL DE  LA IGLESIA.
Al considerar la empresa como una  auténtica comunidad de trabajo, solidaria y abierta al bien común, los trabajadores y trabajadoras, por su dignidad de personas, de hombres y mujeres libres, autónomos y creados por Dios, tienen pleno derecho a participar en la gestión, dirección y funcionamiento de la empresa, incluso, en la propiedad de los bienes y servicios de producción.
La DSI reconoce la legitimidad de los esfuerzos de las personas trabajadoras a lograr mayores espacios de participación tanto en la gestión como en los beneficios, aunque, como  dice  Juan Pablo II en la Centessimus Annus “pueda debilitar centros de poder ya consolidados”. Lejos de ser perjudicial para los intereses de las empresas, la profundización  en la consecución de objetivos, funciones directivas  y reparto de beneficios  de las personas del trabajo las  motiva  a considerar la empresa como “propia”, a poner de su parte lo necesario para el buen funcionamiento de la misma y a considerarla como lo que debe ser “una sociedad de personas” al servicio de todas y cada una de ellas, estén o no relacionadas con la obra empresarial.
La concepción que la DSI tiene de la participación del sector laboral en la empresa está muy próxima a la cogestión, forma participativa en la cual los trabajadores están facultados para tomar decisiones conjuntas, mediante sus representantes,  en la gestión empresarial­- consejos de administración o en la dirección de la empresa-.
Sin embargo, como la DSI es un proyecto abierto en sus orientaciones moduladas por la concreción histórica, no sería extraño que más adelante invite a l@s trabajador@s a dirigir  empresas, aun sin nombrar la palabra autogestión, pues la DSI no se   pronuncia por un modelo concreto de empresa o sistema económico, pero va evolucionando en el desempeño por parte de los trabajadores/as de un papel cada vez más importante en la vida empresarial.
Visto el denso papel que la DSI atribuye a las personas trabajadoras en la participación de la empresa, huelga hablar aquí del autoritarismo y régimen injusto de la empresa neoliberal capitalista.


sábado, 11 de enero de 2020

Filosofía: la apertura al otro

LA APERTURA AL OTRO: UN PRINCIPIO FUNDAMENTAL DE  FILOSOFÍA PRÁCTICA Y EXISTENCIAL.

Uno de los principios que mueven mi pensamiento y mi conducta social es comprender al otro, pero para llegar a ese acto de comprensión  en profundidad es preciso que entienda a mi interlocutor; que me ponga en su lugar; que lo escuche- oír con atención- , hasta “el fondo”, como hace tiempo  le oí decir a unos amigos muy preocupados por el prójimo. En este “viaje” hacia mi interlocutor necesito unas herramientas fundamentales: 1º) Conocer algo de su vida, de su origen y de su historia personal y, si puede ser, familiar. Saber, por tanto, cuáles han sido algunas de las vicisitudes por las que ha pasado.  Captar, además, dónde pone el acento de sus alegrías, motivaciones, expectativas, tristezas y sufrimientos. 2º) Prestar atención a su lenguaje: expresión gestual y verbal, ya que son signos externos de conceptos y vivencias del sujeto, que expresan su personalidad, su inteligencia, las ideas fuerza que mueven su voluntad para pensar y actuar, nivel cultural , experiencias y capacidad para la bondad y la generosidad.

Por tanto, su comunicación conmigo me abre a una parte importante  de lo que es y piensa esa persona- el otro, la otra-; en definitiva, mi interlocutor o interlocutora. Aunque siempre queden en la oscuridad y en el silencio aspectos  de su vida que solo a él o a  ella  le pertenecen.


Desde los elementos conceptuales y vitales que me desvela en su conversación conmigo, puedo acercarme a lo que esa persona y yo tenemos en común y,  a partir de ahí, iniciar el peregrinaje de acuerdos y desacuerdos, intentando, con el mayor respeto a sus opiniones, establecer coincidencias y discrepancias, que representan la originalidad personal e incontrovertible  de cada persona, de cada sujeto. Finalmente, si es posible, llegar a unas conclusiones que podamos compartir y que sean, por tanto, el resultado efectivo de nuestra conversación.