BIEN SABÉIS QUE ESTAS MANOS HAN GANADO LO NECESARIO PARA MÍ Y
PARA MIS COMPAÑEROS” (PABLO DE TARSO, EN HECHOS, 20, 28-38)
En Hechos, Pablo dice: “(…) Bien sabéis que estas manos han
ganado lo necesario para mí y mis compañeros. Siempre os he enseñado que es
nuestro deber trabajar para socorrer a los necesitados, acordándonos de las
palabras del Señor Jesús: ‘Hay más dicha en dar que en recibir’.
Aunque los tiempos
actuales son distintos a los de San Pablo, ¿no es verdad que los clérigos en
nuestra Iglesia han vivido y siguen viviendo de los privilegios económicos que
les otorga el Estado para dedicarse, según la opinión del colectivo, de manera más
exclusiva a su ministerio y a la evangelización? ¿Cómo casar, entonces, las
palabras de Pablo cuando afirma que trabaja para ganar lo necesario y asegurar su
sustento personal, el de sus compañeros y el socorro de los necesitados con el “modus
vivendi” de los sacerdotes y obispos de nuestro tiempo?
En relación con este asunto, hubo un tiempo luminoso en la
Iglesia en el que unos curas obreros compatibilizaron sus obligaciones
ministeriales y evangélicas con un trabajo, pero los obstáculos impuestos por
la jerarquía eclesiástica marchitaron esta hermosa iniciativa paulina.
LA JERARQUÍA DE LA IGLESIA SE LO TENDRÍA QUE PENSAR Y NO
SEGUIR RECLAMANDO PRIVILEGIOS, COMO NO PAGAR IMPUESTOS O REALIZAR
INMATRICULACIONES INDEBIDAS DE PROPIEDADES QUE PERTENECEN AL PATRIMONIO NACIONAL
O ASOCIACIONES ECLESIALES Y LAICAS. ¿NO DARÍA UN EJEMPLO DE DESINTERÉS POR EL DINERO Y EL PODER ECONÓMICO TAL COMO LO DIO SAN PABLO, PREOCUPADO SOLO POR DAR A CONOCER A JESÚS ALLÍ DONDE NO SE TENÍA NOTICIAS DE ÉL? ¿NO ES UN ESCÁNDALO EN SOCIEDADES DE ORIGEN CRISTIANO EL INTERÉS DESMEDIDO DE CIERTOS CLÉRIGOS POR ACUMULAR RIQUEZAS Y PROPIEDADES?