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miércoles, 14 de octubre de 2020

      


             DE VOSOTROS, FARISEOS DE AYER Y DE HOY

En el evangelio de Lucas (Lc, 11, 42-46), Jesús arremete con advertencias a los fariseos de su tiempo que pagaban el diezmo, hecho que él no rechazaba, y se olvidaban del derecho y del amor de Dios al prójimo. Critica también la predilección de los miembros de este grupo por los primeros puestos y las reverencias por la calle. Los compara a tumbas que la gente pisa sin saberlo. Finalmente, no se olvida de los juristas que imponen a la gente cargas muy numerosas e insoportables, pero viven como si no tuvieran que hacer nada; es decir, no mueven un dedo por nada ni por nadie.

Jesús se enfrenta, pues, al “espíritu del fariseísmo”[1] por el que se exige a los demás lo que no viven quienes lo proclaman y postulan.

Si aplicamos el pasaje evangélico a nuestras vidas, quizás, nos vengan bien estas palabras de J. M. Castillo en el comentario al evangelio del día: “Una de las cosas más difíciles, que hay en la vida, es matar al fariseo que todos llevamos dentro. En definitiva, porque a todos nos gusta aparecer como realmente no somos”[2]

¿No será necesario para dar transparencia a nuestra vida cristiana y social la lectura comprometida e interpelante del Evangelio, de tal manera que confrontemos continuamente nuestras vidas con sus propuestas, advertencias y recomendaciones?

¿No ha llegado ya la hora de dejarnos de palabras bonitas y huecas en nuestras reflexiones públicas y pasemos a la acción en todo aquello que se nos pide en el Evangelio?

¿No será esta forma de leer, contemplar y vivir el Evangelio el mejor antídoto para no caer en la hipocresía, las medias palabras, el miedo y el no querer saber nada de los problemas de los demás, aunque asistamos a las ceremonias religiosas y nos esforcemos cada día en vivirlas de la forma más devota y perfecta?

¿A la luz del Evangelio no debe la Iglesia ser más transparente, comprometida y crítica con lo que ocurre en su seno, en vez de esconder la cabeza bajo el ala?

¿No es precisamente la falta de “espíritu evangélico” lo que hace que muchos pastores no escuchen al papa Francisco, lo odien con todas sus fuerzas y le pongan “zancadillas dialécticas” a cada paso que da?

Se ha dicho que la Iglesia tiene sus tiempos que no son los nuestros, pues así le va, siempre a remolque de los acontecimientos. El Evangelio  urge a los cambios inminentes, porque el tiempo pasa y, a veces, las ocasiones no vuelven. Sin embargo, la Iglesia cree que tiene todo el tiempo del mundo para una conversión comunitaria, a pesar de que los problemas sin solución se pudren y se materializan en escándalos, que se vuelven contra la institución, como, por ejemplo, la   pederastia, que ha causado mucho dolor, vergüenza, pérdida de la fe y desconfianza hacia la Iglesia.

Por tanto, parece obligado o muy aconsejable hacer del Evangelio nuestra guía de vida. Porque en él se nos revela a Jesús de Nazaret, el Cristo, cuyo seguimiento es fundamental para quienes-hombres y mujeres- se identifican como cristianos.

 



[1]  José María Castillo. “La Religión de Jesús. Comentario al Evangelio diario 2020”, pág 366.Desclée de Brower.

[2] Idem. 

jueves, 1 de octubre de 2020

NO HAY NADA QUE CELEBRAR; 1 DE OCTUBRE, DÍA INTERNACIONAL DEL MAYOR/ DE LAS PERSONAS MAYORES: CAOS, MUERTES, CONTAGIOS Y ABANDONO EN RESIDENCIAS




           

NO HAY NADA QUE CELEBRAR: 1 DE OCTUBRE “DÍA INTERNACIONAL DEL MAYOR/DE LAS PERSONAS MAYORES.

Hoy 1 de octubre “Día Internacional de la Personas Mayores”, recordamos a los más de 21.500 ancianos y ancianas fallecidos en las residencias de la tercera edad, en la mayor de las soledades, sin la presencia y acompañamiento de sus seres queridos. Muchas de estas personas fallecidas fueron localizadas en sus centros por la Unidad Militar de Emergencias. Además de otras enfermas y aisladas llorando en sus habitaciones.

 

Los medios de comunicación e internautas amarillistas, por motivos ideológicos, dijeron que la UME mentía, pero los hechos confirmaron la triste y cruel realidad.

 

Estas residencias en manos de potentes empresas con negocios en fondos de inversión en Holanda, Luxemburgo y Francia, entre otros lugares geográficos donde operan tales fondos, con ingresos millonarios y subvencionadas generosamente por las administraciones públicas, apenas si estaban sometidas a control oficial.

 

Rendimos también homenaje en este día a las casi 35.000 personas mayores en listas de espera de la dependencia, fallecidas antes de recibir las prestaciones por defectuosa  aplicación y escasa financiación de la Ley de Dependencia

 

Este país debe mucho a las personas mayores, y se le debería caer la cara de vergüenza a nuestros políticos si no ponen ahora los medios necesarios para evitar que, en esta segunda ola del covid-19, ocurra lo que en la primera: el caos, las muertes, los contagios y el abandono de los residentes. Sería un auténtico homicidio, pues ya se tiene conocimiento de los efectos de la pandemia en residencias.