El nuncio del Vaticano en España ha estado en Cádiz con motivo de la celebración del Corpus Christi. En un comunicado, el Grupo Cristiano de Reflexión-Acción le ha recordado el envío de varias cartas a la nunciatura denunciando la defectuosa gestión del obispo de Cádiz y Ceuta, con graves consecuencias en personas, asociaciones, comunidades y movimientos diocesanos. Pero, al parecer, ha olvidado o no ha querido acordarse de las quejas que le manifestaban los miembros del Grupo Cristiano de Reflexión-Acción. Por esta razón, en una carta dirigida a la opinión pública pidió al diplomático vaticano que no viniera a Cádiz.
Con motivo de este encuentro entre el nuncio Benardito Aúza y el obispo diocesano Rafael Zornoza, la pregunta es obligada: ¿Habrán hablado de la nefasta situación de la diócesis y de las quejas de los distintos colectivos gaditanos? Creo que no. ¿ Y de Rafael Vez y Antonio Casado, que el obispo de Cádiz mantiene castigados, sin derecho a réplica ni a ejercer las funciones propias de su ministerio? También creo que no, porque, en líneas generales, a la jerarquía de la Iglesia, con sus excepciones, le preocupa la institución eclesial, pero poco o nada las personas.