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martes, 25 de octubre de 2022

MIS INQUIETUDES EN RELACIÓN CON LA FILOSOFÍA DESDE UNA BREVE BIOGRAFÍA. DESEOS Y DIFICULTADES.

 


    

MIS INQUIETUDES EN RELACIÓN CON LA FILOSOFÍA DESDE UNA BREVE BIOGRAFÍA.

Finalicé la licenciatura en Filosofía por la UNED en 2007. Estaba ya jubilado de la enseñanza, en la que había ejercido como maestro de primaria de colegios públicos, profesor de lengua castellana y lengua francesa en la segunda etapa de EGB y en secundaria.


Al poco tiempo de terminar los estudios de filosofía me encontré con una antigua profesora de esta disciplina, compañera en el instituto, y me preguntó si había publicado algún trabajo. Le respondí que no, solo algunos de los que había redactado en la carrera y que podía encontrarlos en un modesto blog, en el que suelo exponer mis inquietudes éticas e intelectuales.


No obstante, durante cierto tiempo, aleccionado por la pregunta de mi compañera, me surgió la inquietud de publicar en filosofía, pues me preguntaba de qué me servía haberme afanado en estudiar una carrera sin la oportunidad de haber podido desarrollar los conocimientos adquiridos en la enseñanza, en la escritura o en cualquier otra iniciativa cultural. En esta situación, me hacía algunas preguntas: ¿Por qué ese afán de escribir filosofía, ya que el hecho de ser licenciado no quiere decir que se tenga talento para elaborar productos de pensamiento que valgan la pena? ¿No será un prurito vanidoso por darme a conocer en un difícil campo en el que no he tenido un mentor, un filósofo, maestro y guía, que me hubiese orientado e introducido en la elaboración de pensamientos propios de cierta profundidad? ¿O será un real y profundo sentimiento de ayudar de alguna manera a mi prójimo más cercano, en unos momentos en los que la filosofía estaba- y aún está- de capa caída a causa de decisiones de distintos gobiernos que la marginan de los planes educativos, según los cambiantes vientos del momento? ¿Pero quién soy yo, un modesto amante de la sabiduría, para creerme que puedo llenar un vacío o dar una alternativa filosófica cuando hay tantos filósofos en plena producción intelectual, tanto en la publicación de textos filosóficos como en   libros?


En relación con el maltrato que la filosofía recibe en determinados ambientes culturales, tuve una experiencia significativa. En mi empeño de actualizar mis conocimientos filosóficos acudí a una institución cultural donde se debatían temas de esta naturaleza. Me atendió un señor alemán, que desarrollaba una ingente labor en la institución. Me aclaró que ese día no se iba a celebrar el debate por el que estaba interesado; además, se permitió opinar negativamente de la filosofía delante de un familiar que me acompañaba. Me vino a decir que para qué quería asistir a esa actividad si la filosofía no valía para nada. Me sorprendió que un ciudadano alemán, originario de un país con una inmensa tradición filosófica, tuviera el descaro de expresar opinión tan desfavorable a alguien que manifestaba interés por asistir a una actividad propia del centro. Este episodio me dejó descolocado.


Por otra parte, pienso que la Universidad de Cádiz, que tiene una facultad de Filosofía y Letras, no ha podido por falta de demanda o no ha querido crear una facultad de filosofía, y de esta manera la materia aparece como picoteo en sus distintos planes de Humanidades y Letras. La UCA realiza una importante labor en distintas disciplinas, incluidas las científicas y tecnológicas, pero no se ve que desarrolle una labor específica filosófica, salvo un máster, de reconocida solvencia, en el campo de la filosofía práctica.


A este impenitente e inacabado filósofo, en su constante peregrinar de aquellos años posteriores a la licenciatura, también lo descolocó que la Facultad de Filosofía y Letras de la UCA no tenga espacios de colaboración y formación en filosofía, salvo los másteres y el doctorado; mientras que en otras facultades se programan cursos, actividades artísticas y seminarios, que permiten a la población en general una formación permanente universitaria. El problema con el que nos encontramos los licenciados de planes anteriores a Bolonia es que no podemos acceder directamente a los cursos de doctorado como ocurre en algunas universidades españolas, y que durante muchos años fue el itinerario habitual.


Años después, en ese mar de iniciativas que es Internet, di con una web muy interesante de filosofía dirigida por el Doctor Jaime Nubiola, profesor de Filosofía del Lenguaje y de Metodología Filosófica de la Universidad de Navarra. Autor de monografías y de numerosos artículos de las disciplinas que enseña en esa universidad. Experto en la obra de Charles Peirce, ha promovido desde 1994, en Navarra, un Grupo de Estudios Peirceanos.


De inmediato, le planteé al profesor Nubiola mis inquietudes respecto a la filosofía, y me contestó muy atentamente por correo electrónico que me enviaba su libro: “El taller de la filosofía”, “una introducción a la escritura filosófica”. Es verdaderamente un texto muy práctico que abarca aspectos como la metodología de la filosofía, la filosofía como forma de vida, el placer de la lectura, el aprendizaje de la escritura y prácticas comunicativas e investigación, entre otros interesantes temas.


Me resultó sorprendente y motivadora la introducción de la palabra “taller” en el título del libro, en una materia tan especulativa como la filosofía, aunque es cierto que hoy la necesaria especialización de los expertos la divida en teórica y práctica. Nubiola da al lector una descripción muy gráfica de un taller del Renacimiento, que aparece en la portada del libro y que no es otro que la pintura de Giorgio Vasari y Giovani Stradano Penélope al telar de sus tejedoras (c. 1562), expuesta en el Palacio de la Señoría de Venecia. La imagen de este taller, gremial, abigarrado, pleno de tareas de las trabajadoras, el autor de libro la asemeja a lo que debe ser el trabajo de un filósofo, concentrado en escribir con el esfuerzo y la pulcritud con que las tejedoras realizan en su trabajo. Encuentra, además, otra semejanza en la “dimensión manual” de ambos quehaceres, porque el filósofo utiliza también sus manos para escribir, aunque hoy se valga del ordenador sobre el que hoy ha de aprender a teclear y ordenar los materiales para crear un texto coherente y con sentido. Particularmente pienso que si el filósofo emplea la razón, el pensamiento, para producir sus textos con la mayor originalidad posible, a fin de contribuir al avance del saber, no menos es la obra de las tejedoras atentas a las formas y a la estética en el proceso de tejido y en la manipulación de los telares movidos a mano, pero dirigidos por la inteligencia y la habilidad de cada una, a fin de conseguir diseños adecuados.



Desde estos planteamientos que nos ofrece la imagen de las tejedoras, para el profesor Nubiola, es necesario aprender a escribir articulando las dos dimensiones de la filosofía; es decir, la peculiar articulación entre pensamiento y escritura. Nos dice que “vivir es escribir”, en una frase gráfica de Schelegel, en su libro Poesía y filosofía. En esta línea de articulación afirma Nubiola que “aprender a escribir es aprender a pensar y aprender a articular y pensamiento y vida”, todo un proceso que dura la vida de la persona consagrada a esta hermosa tarea. Pero como no es mi intención hacer una recensión del libro, me quedo aquí, saboreando frases, afirmaciones y consejos que motivan a escribir al aprendiz de filósofo. Cada vez que quiero producir algún texto que refleje el pensamiento propio y ajeno acudo a este libro de cabecera.


Aunque no sea un reconocido filósofo, ni haya escrito libros, la filosofía me ha dado una perspectiva de la vida desde el pensamiento; me ha facilitado hacer análisis políticos y sociales; fundamentó  en mi vida profesional las bases y los criterios teórico- prácticos necesarios para un ejercicio humanizador  de la labor docente; amplió mis argumentos  para entender que el saber  es poliédrico y plural y que las respuestas a  los problemas humanos  exigen del esfuerzo de la razón y del estudio. He aprendido también que, en ocasiones, y más actualmente, filosofía y ciencia se dan la mano: hoy, un filósofo ha de conocer los avances científicos para no especular sobre supuestos conocimientos que pueden llevar el error y fundamentar su teoría sobre bases falsas.


En otro campo, la filosofía de la religión me ha hecho plantearme cuestiones sobre mis creencias, procurando pasarlas por el tamiz de la razón, porque una fe sin argumentos es una pobre fe; aunque la fe religiosa como actitud imprime una gran fuerza de transformación personal, espiritual y ética. Por consiguiente, fe y razón han de encontrarse en el campo relacional de la sabiduría divina y humana y cuestionarse mutuamente.


Añadiría que el aspirante a filósofo necesita una escuela de pensadores de altura que influyan en él y pueda progresar en el filosofar. Yo no la he tenido, ya que los estudios de filosofía los hice a distancia, en la UNED, pero mi experiencia de autodidacta en algunos momentos de mi vida me ayudó a sacar el máximo provecho de los libros, artículos y consejos de mis profesores.

 

Como conclusión, pienso que talento, imaginación, capacidad para la creación, cierta especialización e influencia de una corriente de pensamiento constituida por maestros cercanos son elementos fundamentales para formar excelentes filósofos.

 

 

 

 

 

viernes, 14 de octubre de 2022

PRESENTACIÓN DEL DOCTOR NACHO DUEÑAS, AUTOR DEL LIBRO " DE LAS REVOLUCIONES A LA CONTRACULURA"

 


   PRESENTACIÓN DE  NACHO  DUEÑAS, HISTORIADOR Y AUTOR DEL LIBRO "DE LAS REVOLUCIONES A LA CONTRACULTURA".

 El jueves 29 de septiembre tuvo el gusto de presentar a nuestro amigo Nacho Dueñas, autor del libro "De las revoluciones a la contracultura, en un acto organizado por Grupo Cristiano de Reflexión-Acción de Cádiz y Bahía, en la biblioteca de la asociación de vecinos  "Antiguos Astilleros de Cádiz", donde Nacho hizo, a su vez, la presentación de su libro. A continuación, transcribo el texto que leí en la presentación.


Buenas tardes, gracias por vuestra asistencia.

Hoy tengo el gusto de presentar a nuestro amigo Nacho Dueñas, autor de un libro que lleva el sugerente título: “De las revoluciones a la contracultura”.

Tras mi presentación, el hará la suya sobre la obra que nos ha traído aquí.

Nacho es Doctor en Historia, ha ejercido como profesor en Cádiz y, posteriormente, en dos universidades, en Brasil y Ecuador; pero más allá de su currículum, siempre de necesario conocimiento para saber los cimientos formativos del autor, podemos decir que Nacho es una persona polifacética, en la que se complementan el compromiso cristiano y laico, como cristiano de base y activista, su formación de historiador y su faceta de cantautor apasionado y poeta.

Diría que la complementariedad de estas vocaciones de nuestro autor son en cierta manera inspiración para su obra que trata de la contracultura frente a la cultura dominante. Llego, por tanto, a la conclusión de que es un observador de la realidad que experimenta al mismo tiempo, y que desde esas actitudes construye sus teorías, además de con los medios informativos y formativos citados anteriormente.

Otro rasgo distintivo en los intereses culturales y políticos de Nacho es su mirada amorosa al continente latinoamericano, víctima de terribles dictaduras y gobiernos aparentemente democráticos, caracterizados por un neoliberalismo avasallador y hermanado con el más puro fascismo. Pero también hay que destacar su mirada esperanzada en movimientos con un pie en la calle para exigir justicia y libertades y otro en las instituciones, como ha pedido en alguna ocasión el expresidente de Brasil Luis Inacio Lula da Silva.

En esta línea, ha seguido de cerca las experiencias políticas de varios presidentes y expresidentes latinoamericanos que luchan por el bien de sus pueblos. No en vano, Latinoamérica ha conocido la Teología de la Liberación y su opción preferencial por los pobres.

Han pasado varios años, desde que en nuestro Grupo Cristiano de Reflexión- Acción, planteaba ya nuevas colaboraciones y acuerdos, incluso entre instituciones públicas, la Iglesia diocesana y las asociaciones cívicas y sociopolíticas para intentar solucionar el delicado problema de las personas sin hogar, Ciertamente, no pudo ser, pero no por responsabilidad de Nacho o del Grupo.

Sin embargo, como todo lo bueno vale y tiene continuidad de una forma o de otra, hoy nos trae este libro, fruto de un proceso de maduración militante e intelectual.

Gracias por tu presencia y por tu libro, querido amigo Nacho.





   "Somos soldados derrotados de una causa invencible" (Casaldáliga). 

     Es una frase que gusta repetir Nacho y que me dedicó en su libro.






 

  


martes, 11 de octubre de 2022

ASISTÍ A LA JORNADA EN CÁDIZ CAPITAL DE LOS ACTOS DE LA INICIATIVA "IGLESIA POR EL TRABAJO DECENTE. ORGANIZADA POR LA HOAC Y CÁRITAS.

 


    CRÓNICA DE LA INICIATIVA DE LA HOAC Y CÁRITAS “IGLESIA por el TRABAJO DECENTE PARA LA JORNADA MUNDIAL POR EL TRABAJO DECENTE DE 2022”.

Estuve en los actos que la iniciativa “Iglesia por el Trabajo Decente”- HOAC y Cáritas diocesana- organizaron en Cádiz capital. La jornada comenzó con una concentración en la plaza de la catedral. Allí pude encontrarme con los compañeros de la HOAC, amigos y amigas que realizan su compromiso con el mundo obrero en parroquias, Cáritas y obras sociales y cívicas. Para mí fue un momento gozoso poder participar en la iniciativa con compañeros y compañeras con los que he compartido y comparto preocupaciones por la situación de las personas del Trabajo.

 Después de abrazarnos y preguntar por nuestras vidas. Eugenio Díaz, consiliario de la HOAC (Hermandad Obrera de la Acción Católica) la JOC (Juventud Obrera Cristiana) y director diocesano de la Pastoral Obrera, presentó el acto destacando su significación en el momento presente. A continuación, Eduardo Soto, militante de la HOAC y responsable de organización, leyó el manifiesto: “Sin compromiso no hay trabajo decente”, en el marco de la Jornada Mundial por el Trabajo Decente que este año ha fijado un objetivo fundamental “celebrar y reivindicar el trabajo como derecho y actividad para el cuidado de las personas, del bien común y del planeta”.

En el manifiesto se valoran los “últimos avances en el mundo del trabajo, fruto de la negociación y el acuerdo social”. Se ha abierto una senda positiva para el reconocimiento y respeto de los derechos sociales y laborales de los hombres y mujeres del mundo obrero; no obstante, las organizaciones convocantes consideran que queda mucho por hacer, y en esta tarea hemos de estar implicados y complicados no solo el mundo cristiano, sino también el resto de la sociedad, y se dirigen expresamente a “quienes somos sensibles a estas situaciones” y queremos que se dé un “empleo de calidad”.

Entre las lagunas que cita el manifiesto destaco la cantidad ingente de personas en el desempleo, a las que se niega el derecho al trabajo como consecuencia del alto paro estructural existente. Se da al mismo tiempo una situación de trabajo precario, que afecta en general a todas las personas en edad de trabajar, pero principalmente a las mujeres y jóvenes. En palabras del papa Francisco muchas personas se ven descartadas y excluidas, por lo que demanda se atiendan las causas que provoca esta “tragedia tan extendida”.

En el documento se dan, además pistas y propuestas para hacer frente a estas lacras laborales y sociales como trabajar para la creación de empleo, vigilar y regular las condiciones laborales por parte del Gobierno y los agentes sociales, hacer emerger a la economía formal los cuidados y transformarlos en trabajo decente y  apoyar la iniciativa legislativa popular que regule ya la situación humana y laboral de medio millón de migrantes que carecen de la documentación necesaria para desarrollar una vida y un trabajo dignos

Las organizaciones convocantes en el Estado y a nivel mundial resaltan, además, que “el trabajo es para la vida, no para la muerte”, en medio del escándalo que supone los continuos accidentes laborales, que hacen perder la vida a miles de personas en España y millones en el mundo. Piden, finalmente,” que esta toma de conciencia se vaya convirtiendo en compromiso diario por el trabajo decente”.

Terminada la lectura del manifiesto, los asistentes a la concentración nos dirigimos a la iglesia de San Lorenzo donde se celebró una eucaristía presidida por el consiliario Eugenio Díaz y concelebrada con los sacerdotes de la citada parroquia. En la homilía, Eugenio recordó los objetivos de la Jornada y los insertó en el seguimiento de Jesús y su Evangelio, recordando que “sin compromiso no hay trabajo”.

Fue, como dije al principio de esta breve crónica, una jornada gozosa, celebrativa y reivindicativa; una oportunidad para el reencuentro con mis amigos y amigas, hermanos en la fe, y una ocasión para reforzar mi compromiso con el mundo obrero y del trabajo.

Francisco González Álvarez.