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jueves, 9 de febrero de 2017

PENSIONES Y POBREZA



           PENSIONES   Y  POBREZA
El 28 de noviembre del pasado año, el PP vetaba  la tramitación en el Congreso de una proposición de ley firmada por todos los grupos de la oposición,  a excepción de Ciudadanos, para una subida   de 1,2 en las pensiones de  2017,  propuesta acorde  con la inflación del 1,5% prevista para este año, aunque  la Fundación de Cajas de Ahorros (FUNDECA) la eleva al 2%, a lo largo del mismo. El Gobierno justificó su veto en la imposibilidad de asumir los aproximadamente 1.500 millones de euros que iba suponer la propuesta mayoritaria de la oposición. Resulta verdaderamente sorprendente los escrúpulos del Presidente de Gobierno para aceptar  las propuestas de la oposición (178 votos) relativas al incremento de las pensiones, salarios y SMI, en contraste con la rapidez con que acude en ayuda  de empresas en crisis, por la mala gestión de sus directivos, o para cubrir el hueco de más de cinco mil millones  que han dejado las empresas constructoras  de autopistas.
Insensible a las críticas de la oposición, el Gobierno dio el aldabonazo en el Consejo de Ministros de 30 de diciembre, fijando el aumento de las pensiones en un ridículo  0,25%, muy alejado de la inflación prevista, y que va a suponer  una pérdida del poder adquisitivo de este colectivo, el mayor en cinco años. Para hacerse  una idea de las consecuencias  de la decisión del Gobierno, hay que tener en cuenta que de los 9,1 millones de jubilados, casi cinco millones  cobran menos del salario mínimo, cerca de un millón de pensionistas, uno de cada diez, están por debajo de los 350€, y tan sólo 0,3% cobra la pensión máxima de 2.567€. En general, el 70% de los jubilados cobra menos de mil euros. Además, siete de cada diez jubilados sólo reciben sus ingresos de una pensión pública.  La diferencia entre la pensión de mayor cuantía y la menor, pensión por orfandad (194,8€) es  astronómica: unos  2.372€, dato revelador de los desequilibrios y falta de equidad del sistema.
Una vez más, por cuarto año consecutivo, se condena a la mayoría de los pensionistas a la pobreza e incluso a la miseria, convirtiéndolos en usuarios del banco de alimentos o de los servicios de Cáritas y Cruz Roja, entre otras ONGS. Para la Marea de Pensionistas de Cádiz, el  exiguo  incremento de las pensiones no sólo no va a resolver los graves problemas económicos  y sociales de las familias sostenidas  por los mayores, sino que va a sumir aún más  al país en la precariedad y el empobrecimiento.  ¿Cómo es posible-se pregunta la ciudadanía en la calle- que un jubilado de  pensión muy baja o una viuda de 65 años, con discapacidad del 65% pueda vivir con 637,7€, y que sus pensiones  se haya visto incrementadas en un ofensivo 1,6€.  No podemos menos que manifestar nuestra preocupación e indignación “por esta tomadura de pelo” del Gobierno  a los hombres y mujeres pensionistas y  un atentado económico y social a sus familias, intolerable en un Estado de Derecho que se precie de serlo.
Pedimos, pues, a los  pensionistas, a la opinión pública y las instituciones  se pronuncien sobre el problema y  exigimos al Gobierno del PP, porque es de justicia, revise el  incremento proporcional de las pensiones de acuerdo con el Índice de Precios al Consumo (IPC).
CÁDIZ,   ENERO DE 2017.
Francisco José González Álvarez….
MAREA PENSIONISTAS DE CÁDIZ.