Publico este trabajo que se me pidió en su momento por algunos particulares para la prueba de Historia de la Filosofía de Bachillerato y Selectividad, por si puede ser de utilidad a futuros lectores, que se encuentren en la misma situación o quieran aproximarse a la compleja y discutida obra del gran filósofo Friedrich Nietzsche
NIETZCHE: EL FILÓSOFO VITALISTA E IRRACIONALISTA (1844-1900)
APUNTE, Nº 1: NIETZSCHE Y LA
FILOSOFÍA DEL MARTILLO.
En su libro “El crepúsculo de los ídolos”, Nietzsche
utiliza una metáfora
“la del martillo”, que resume
todo su pensamiento. Su modo de pensar es dar
“martillazos” intelectuales
(critica corrosiva, destructiva) a todo aquello que ha ido- según él-
deformando, degenerando el pensamiento y la acción del hombre, provocando su
decadencia. Arrasa con la religión, la
ciencia, el arte, la filosofía, el cristianismo, el judaísmo (crítica a la
religión), la ciencia, la democracia. Ataca a las personas débiles, tullidas y
enfermas, a las que llama degeneradas. No demuestra compasión alguna por ellas,
ni le importa cuál puede ser su futuro.
Lo fundamental en el tipo de persona y raza que predica es el superhombre: el
hombre fuerte, que tiene voluntad de poder y que rompe con todas las leyes y normas morales y
sociales, porque su ideal es ir más allá del bien y del mal, tal como entiende
estos conceptos la moral tradicional
cristiana. (Obra: “MÁS ALLÁ DEL BIEN Y DEL MAL).
DESARROLLA MUCHOS
ANTI-ESTO O LO OTRO”.
1.-Emplea su “martillo” intelectual contra el
cristianismo: es ateo y anticristiano. (Nota: Este apartado vale también para crítica de Nietzsche a la
religión).
Para este filósofo, el cristianismo pretende la fraternidad, la compasión, la sencillez el
amor a los débiles, valores tradicionales
que van contra la naturaleza del hombre (son antinaturales), porque no
dan libertad para que se desarrolle
plenamente. ¿Por qué tengo que ser caritativo, compasivo con el débil y el
necesitado?- se pregunta él. Su
respuesta: estos valores me limitan, impidiéndome ser fuerte y poderoso (tener
voluntad de poder). Los califica de “mezquinos y ruines”, más propios de ovejas
que de seres humanos. (NOTA: Este apartado vale también para la crítica de la religión.)
(Ataca también el valor tradicional de la obediencia, porque
fue el medio del que se sirvió el cristianismo para someter a las razas y
pueblos nobles y señoriales (de señores)) (NOTA: El
apartado entre paréntesis vale también
para la crítica de la moral tradicional, ya que era anti-moralista.)
2.-EMPLEA EL MARTILLO
CONTRA EL SOCIALISMO Y LA DEMOCRACIA.
Es anti-democrático y anti-socialista, porque estas dos
doctrinas también defienden la moral del “rebaño”. Considera ridículo el afán de luchar para que el mayor número de personas tenga
igualdad, felicidad, etc. Lo importante es el hombre como superhombre, que es
voluntad de poder (SU OBRA PÓSTUMA: “LA VOLUNTAD DE PODER”) y de dominio. Sin
embargo, todos los seres humanos no pueden alcanzar este ideal de hombre, por
esta razón, ataca al cristianismo y al socialismo que vuelven su mirada a los
débiles.
3.- EMPLEA EL MARTILLO
CONTRA LAS MUJERES.
Desvalora a la mujer
cuando pierde “sus instintos femeninos”. La reduce a eso, a instintos.
La pregunta obligada es: ¿Y la razón, la inteligencia de la mujer dónde
queda para Nietzsche?
No cree en la liberación de la mujer. Piensa que la mujer
alcance mayores cotas de libertad (emancipación) es masculinizarse, y no hay
nada peor que una mujer “masculina”.
4.- EMPLEA EL MARTILLO
CONTRA LA MORAL TRADICIONAL: ES ANTI-MORAL. (Vale también para la pregunta de la crítica de la
moral)
Rechaza los valores de la moral tradicional, la judía, la
cristiana, la europea y los transmuta
(los cambia, muda, los convierte en…) en otro valores contrarios,
opuestos y muy distintos a los tradicionales. Por ejemplo, “lo bueno” no es lo
que se caracteriza por tener bondad, sino por ser noble, aristocrático. De esta
manera, identifica lo bueno, con el
comportamiento de los nobles, el
poder y la voluntad de poder.
Lo malo no es lo que carece de bondad y se caracteriza por su
maldad, sino lo plebeyo (popular, vulgar, del pueblo), villano y esclavo. La
felicidad no es para Nietzsche un estado de bonanza material o espiritual, el
bien, en definitiva, sino el sentimiento
que favorece el aumento de poder; el estado superior del hombre que se
siente fuerte y poderoso, y que prefiere la guerra a la paz.
Otros martillos podríamos mencionar aquí, pero con estos son
bastantes.
En filosofía es
conveniente reflexionar las cuestiones,
viendo las causas y consecuencias de los distintos conceptos nietzscheanos.
Todo está asociado en este autor.
PRIMERO, HAY QUE COMPRENDER BIEN LO QUE QUIERE
DECIR EL FILÓSOFO EN CADA TEMA O ASUNTO; LUEGO, SE LE HARÁ LA CRÍTICA, DE
ACUERDO CON LOS CRITERIOS PERSONALES DEL ESTUDIANTE Y DE OTROS FILÓSOFOS QUE
HAYAN ESTUDIADO A NIETZSCHE.
2.- APUNTE 2. PREGUNTA 2.- CONCEPCIÓN METAFÍSICA
DEL ARTE.
En su primera etapa como filósofo Nietzsche interpreta el
arte griego. De esta época es su obra EL ORIGEN DE LA TRAGEDIA. Fija su atención en dos grandes dioses griegos,
que son para él los más importantes en la formación de este arte. Por un lado,
el dios Apolo. ¿Quién era Apolo en la mitología griega? Era la representación de la armonía y el orden
de las formas del cuerpo, la “bella apariencia”, la fuerza espiritual y la
inteligencia. El cuerpo de Apolo se correspondía con unas medidas perfectas.
Era el ideal de la belleza masculina. Algunas veces, hemos oído decir de un
joven esbelto y musculoso que tiene un cuerpo apolíneo (de Apolo), una figura
apolínea.
Por otra parte, el otro gran dios para nuestro filósofo era
Diónysos, llamado también Baco, el rey del vino, de las orgías (juergas en las
que se daba de todo, una vez borrachos). Se hacían representaciones teatrales
en su honor y la mejor forma de honrarle
era beber mucho y divertirse sin freno.
Es el representante del caos, de la embriaguez sin medida. Los cultos a
Dionisos se denominaban dionisíacos.
En la tragedia griega descubre Nietzsche que lo apolíneo y lo
dionisíaco van armonizados. Los griegos intentaban explicar la vida mediante el
teatro, la tragedia.
¿Pero a quién elige
Nietzsche para explicar de forma metafísica el arte? ¿A Apolo, que representa
la razón, la medida y el orden o a
Dionisio, que simboliza la
sinrazón, el desenfreno sin medida y el
desorden de la orgía? Pues, a Diónysos. ¿Por qué? Porque lo apolíneo
corresponde a la filosofía de Platón, a su mundo ideal y estático (sin
cambios), en el que brillan el Bien, la
Verdad, la Belleza, la Justicia, y a la de Sócrates, que predica la moral y la
ética, y el modelo de hombre, con estos
valores, que pretenden estos filósofos
se somete a la “moral de los señores”. En cambio lo dionisíaco es el concepto de una forma de vida propia
del hombre que se arriesga, que rompe barreras morales, y es libre, para el autor. Se rechaza la idea de la
muerte y se abraza la alegría desenfrenada de la vida, la voluntad de vivir. Este
tipo de hombre es un “hombre superior”, sustituto y continuador del profeta
Zaratustra (OBRA: ASÍ HABLÓ ZARATUSTRA).
Para Nietzsche, lo apolíneo (de Apolo) y lo dionisíaco (de
Dionysios/Baco) son dos formas de creación del
arte, y él, como buen filósofo especula y argumenta con ambas formas,
eligiendo la segunda para elaborar su
idea de hombre superior (superhombre).
NOTA: COMO SE
VERÁ, NIETZSCHE NO SE DEDICA A HACER UN TRATADO DE ARTE EN “EL ORIGEN DE
LA TRAGEDIA”, SINO QUE LO PIENSA DESDE ESTOS DOS FORMAS DE CREACIÓN, VA MÁS ALLÁ DEL ARTE MISMO (METAFÍSICA).
APUNTE 3. Pregunta, 3ª: CONCEPCIÓN DEL MUNDO Y DE
LA EXISTENCIA. INOCENCIA DEL DEVENIR.
Para conocer la concepción que Nietzsche tenía del mundo hay que saber qué concepción del mundo
rechazaba y que venía heredada de la
filosofía griega. Nuestro filósofo atacó
radicalmente la teoría de los dos mundos de Platón (El mundo de las ideas: Bien, Verdad, Belleza,
Justicia, como valores estáticos y permanentes, y el mundo de las apariencias
(las sombras, imágenes, etc ). Pensaba
que el mundo aparente, en el que se daban los cambios causados por la
percepción sensorial del mundo físico, no podía ser el mundo de la realidad
engañosa, como Platón y otros filósofos pensaban. Consideraba que esa
afirmación era un error de los filósofos porque temían al cambio, a la muerte y
a la vejez, que son los signos del paso de tiempo por nuestras vidas y la
realidad. Como esta idea del cambio continuo y del mundo aparente no
tranquilizaba, se abrazaban a la verdad
que debía ser inmutable (no cambiante). Se atenían a las leyes, a la ética, a
los valores tradicionales de la moral que, según Nietzsche, mantenían al ser
humano atado a unas conductas rigurosas que impedían su libertad, su capacidad de
movimiento para ir eligiendo en cada
momento lo que los sentidos y la vida le ponían por delante.
1.- LA INOCENCIA DEL
DEVENIR. Es una
concepción opuesta a toda moral, platónica y cristiana. Tanto Sócrates y Platón
como el cristianismo juzgaron la existencia como culpable: el hombre
responsable de sus actos ante el mundo verdadero de las Ideas, la moral
socrática y la cristiana aparece como culpable, porque obligan a elegir el bien frente al mal. No, dice
Nietzsche. El devenir (el cambio continuo de la realidad) supone aceptar que el
mundo es tal como se nos aparece (cambio, movimiento) y no como la razón quiere
que sea con sus normas, leyes y creencias (permanencia). La inocencia del
devenir es una conducta humana que está más allá del bien y del mal. El ser
humano superior no tiene límites en su
pensamiento y actuación. Compara al superhombre con la figura
del niño, el artista que vive y juega inocentemente, sin tener en
cuenta los valores morales establecidos,
sino creados por él mismo. Este
niño inocente/superhombre vive por la voluntad de poder; una fuerza que produce y destruye al mismo tiempo. El niño piensa y
actúa sin pensar que hace mal; es inocente. El adulto ha de romper con todo:
Dios, normas, creencias, etc., para vivir esa inocencia, ignorando el bien y el
mal de la tradición. Nietzsche trata pues de la inocencia
del ser que no conoce reglas y actúa a su antojo, como le vienen los
acontecimientos. Así se comporta el niño, porque es inocente.
Devenir: recordemos aquí a Heráclito, cuando decía:
“Todo fluye, nada es”.
No hay una realidad o un mundo permanente. No te bañas dos veces en las mismas
aguas del río. Pues así es la vida, el devenir, para Nietzsche. Todo nace y se
destruye. La vida, como creación y destrucción, se caracteriza a la vez por la
alegría y el dolor de los que viven. Sólo por la voluntad de poder, la fuerza
vital, se superan los sufrimientos de este mundo. Pero el hombre no sólo ha
perdido el mundo verdadero de Platón, también pierde el mundo aparente, y ha de
empezar de nuevo: el eterno retorno, con nuevas
alegrías y sufrimientos. Todo vuelve a repetirse y el superhombre ha de
emplearse a fondo, de nuevo, en esta vida, no en la otra, para seguir
existiendo libre, sin ataduras de ningún
tipo.
APUNTE.4. PREGUNTA 4: SU TEORÍA: EL MÉTODO DE LA
CRÍTICA.
1.- TEORÍA FILOSÓFICA DE
NIETZSCHE.
La teoría de Nietzsche es vitalista, ya que la vida es para
él el valor supremo. Cuando se refiere a la vida lo hace fundamentalmente en su
sentido biológico, del cuerpo. Es la vida de los instintos (instintiva),
irracional (frente a lo racional que-según el filósofo- ata al hombre a normas
e ideas determinadas por una autoridad externa). Es la vida buena que
corresponde a la naturaleza humana. Para Nietzsche, el verdadero filósofo es el
que sigue los dictados de su interior, sin imposiciones de fuera (Dios, la
filosofía platónica del mundo de las ideas, la ética de Sócrates, Aristóteles,
Descartes, etc.) Entiende la vida como el
espacio vital donde se da la alegría y el dolor, y en el que el hombre superior/superhombre ha de alcanzar
con la voluntad de poder su superación,
construyendo y destruyendo, los procesos por los que pasa, y que se van
repitiendo a lo largo de la vida. Lo importante es no dejarse atrapar en el
eterno retorno de los acontecimientos que vuelven una y otra vez.
2.- SU MÉTODO FILOSÓFICO.
El método de Nietzsche
es GENEALÓGICO (de genealogía, que estudia el
origen de las personas, animales). Nietzsche aplica la genealogía a la búsqueda del origen oculto de las ideas para ver de dónde proceden, cómo y por qué se
han formado. También analiza las palabras en sus orígenes. Pretende llegar al
fondo de los problemas, de su crítica, empleando estos recursos. Así, en su genealogía de la moral, analiza las palabras
“bueno”, malo”, “felicidad”, dándoles significados distintos a la moral
tradicional
Recurre a la metáfora
(recordemos la “del martillo), a los
símbolos y al aforismo, escrito corto
que expresa un pensamiento breve, el cual sugiere (traer algo a la
mente, a la memoria) nuevas ideas, sobre todo morales. Prefiere la metáfora al
concepto de las cosas, porque en la metáfora entra la imaginación y se pueden
utilizar las palabras, con mayor libertad,
en un sentido distinto del que
realmente tienen. El concepto define el objeto de una forma fija, abstracta,
sin imágenes.
RECORDEMOS QUE EN
EL “CUARTO MARTILLO” TRATAMOS DE
ESTAS PALABRAS: BUENO= NOBLE; MALO=PLEBEYO; FELICIDAD= ESTADO DE DOMINIO POR LA
VOLUNTAD DE PODER DEL HOMBRE.
3.- METODOLOGÍA
DE LA CRÍTICA:
Todos los elementos anteriores se ponen al servicio de
la crítica: genealogía de las ideas,
palabras, de la moral; la metáfora, el aforismo… En su crítica, Nietzsche da un
severo repaso a la filosofía pasada y de su tiempo, a las doctrinas políticas-
democracia, socialismo-, a las religiones, a la moral, a cierta ciencia,
enfrentando todas esas doctrinas, disciplinas y filosofías a sus
elementos de crítica: el hombre superior que está por encima del bien y del
mal, la construcción y destrucción de las ideas, el valor supremo de la
vida biológica, corporal, el
irracionalismo, frente a la razón, etc. No deja así con “estos tupidos
coladores” (es mi metáfora) títere con cabeza.
TAL COMO ESTÁN PRESENTADAS LAS PREGUNTAS DE
ESTE PROGRAMA, LAS IDEAS SE REPITEN. DEBEN APROVECHARSE ADAPTÁNDOLAS A CADA PREGUNTA.
APUNTE 5.-
5ª PREGUNTA: MORAL DE SEÑORES O
GUERREROS Y MORAL DE ESCLAVOS Y SACERDOTES.
COPIO Y PEGO AQUÍ
EL TEXTO QUE ESCRIBÍ EN LA PRIMERA PREGUNTA “DEL MARTILLO”, PORQUE PUEDE VENIR BIEN COMO INTRODUCCIÓN A ESTA PREGUNTA
QUE VAMOS A DESARROLLAR AHORA.
Rechaza los valores de
la moral tradicional, la judía, la cristiana, la europea y los transmuta (los cambia, muda, los convierte en…) en otro
valores contrarios, opuestos y muy distintos a los tradicionales. Por ejemplo,
“lo bueno” no es lo que se caracteriza por tener bondad, sino por ser noble,
aristocrático. De esta manera, identifica lo bueno, con el comportamiento de los nobles, el poder y la voluntad de poder.
Lo malo no es lo que carece de bondad y se caracteriza por su
maldad, sino lo plebeyo (popular, vulgar, del pueblo), villano y esclavo. La
felicidad no es para Nietzsche un estado de bonanza material o espiritual, el
bien, en definitiva, sino el sentimiento
que favorece el aumento de poder; el estado superior del hombre que se
siente fuerte y poderoso, y que prefiere la guerra a la paz.
Como vemos aquí utiliza el método genealógico, que tratamos
en la pregunta nº 4, cuando escribíamos: LA GENEALOGÍA DE LA MORAL. ( Copio y pego):
El método de Nietzsche es GENEALÓGICO
(de genealogía, que estudia el origen de las personas, animales).
Nietzsche aplica la genealogía a la búsqueda del origen oculto de las
ideas para ver de dónde proceden, cómo y
por qué se han formado. También analiza las palabras en sus orígenes. Pretende,
pues, llegar al fondo de los problemas, de su crítica, empleando estos recursos
Para su
crítica de la moral, analiza
u cambia el significado de las palabras bueno, malo, felicidad, yendo a la raíz u origen de las mismas para
fundamentar su idea de la moral.
¿A qué conclusión llega?:
Como su interpretación de lo “bueno y de lo “malo” es distinta de la moral tradicional, diferencia
una moral de los
señores o guerreros, que consideran “lo bueno” como lo noble, lo aristocrático,
lo poderoso y una moral de los esclavos
y sacerdotes, que califica como la “moral del rebaño”, porque lo bueno
significa en la moral tradicional lo piadoso, compasivo, inofensivo, propia de
personas débiles y condescendientes
(tolerantes). Para Nietzsche esta conducta es vulgar, corriente y
habitual y se limita a que las personas
obedezcan. En cambio, la moral de los señores o de los guerreros es lo que no
es vulgar ni corriente, porque es inusual; es valiente o audaz, peligrosa,
violenta, por tanto, valiosa para la
persona que domina. Si
profundizamos un poco veremos las consecuencias a las que nos lleva la “transmutación” (cambio)
que Nietzsche hace “de los valores tradicionales”. “Le da la vuelta del calcetín-
mi metáfora- a la moral, a la concepción del mundo y del hombre que lo habita.
AHORA VOY A PROFUNDIZAR UN POCO MÁS EN ESTA
PREGUNTA; SE VERÁ QUE ES LO QUE SE PUEDE ASIMILAR PARA EL EXAMEN.
¿Por qué llama a la moral tradicional “moral de los
esclavos”?
1.- Porque para él es antinatural,
va contra los instintos del hombre: el placer, el dominio, la fuerza sin
límites…, y también contra la vida buena que él defiende, libre de toda normal
moral, legal o religiosa.
2.-Porque es propia de personas
bondadosas, virtuosas y, por tanto, frustradas de la vida poderosa, fuerte…
3.- Porque es propia de la moral platónica, que es del mundo de las ideas, de otro
mundo, distinto al que vivimos, que no vale nada para Platón. Todo según el filósofo que estudiamos.
4.- Porque va contra libertad de
hacer lo que a uno le parece según como se van presentando las cosas, el
mundo, las circunstancias.
5.- En definitiva, esta moral
impide al hombre ser todo lo audaz, fuerte y poderoso que puede llegar a
ser (OBRA: Voluntad de poder).
En conclusión, si la moral de los esclavos es antinatural, la
moral de los señores es la moral de “la voluntad de poder”, la del ser superior
o superhombre.
6.- CRÍTICA A LA METAFÍSICA: LAS CUATRO TESIS.
NIETZSCHE cree que la
metafísica tradicional se asienta en un error fundamental: la creencia en que los
valores supremos tienen su origen en
mundos fuera del terrenal, así el
mundo verdadero de Platón, Dios (en las
religiones) el reino de los cielos (en el cristianismo). Es falso, pues, el “mundo verdadero” creado por la
metafísica.
Ya hemos comentado que considera estos mundos externos a la
realidad del hombre como fijos,
inmutables (no sometidos a cambio). No son, pues, la realidad. Pero el
sabio y el científico tradicional
estudian la realidad por encima de los cambios del mundo, porque no ven
que sea posible reflexionar sobre el ser del mundo en medio del torbellino del
movimiento de la vida y de las cosas (el devenir). Nietzsche piensa que están en un error.
Propone cuatro tesis acerca de este error tradicional acerca
del ser del mundo, de su realidad.
Primera tesis: No tenemos más realidad que la aparente y no las
ideas abstractas universales (esencia, sustancia, Dios, el alma, etc ). Tampoco
otras categorías que la razón humana
utiliza para explicar el ser del mundo y de las cosas: unidad, identidad,
causa, etc. Por tanto, estas ideas y categorías no pueden ser demostrables como
realidades.
Segunda tesis: El “ser verdadero” es signo del no-ser, de la nada, contrario al
mundo real o mundo aparente. Las ideas y categorías, que hemos visto en la
primera tesis la metafísica tradicional, las “cosifica”, las convierte en
cosas; pero no existen.
Tercera tesis: Otro mundo distinto de este no tendría sentido,
porque empequeñecería la vida. Sería una mentira, que iría contra la vida.
Cuarta tesis: Dividir el mundo en “verdadero” y “aparente”,
como se da el mundo platónico y en el mundo cristiano” es decadente. Los
filósofos se inventan conceptos para intentar entender el devenir, buscando
estabilidad en el caos de este último.
7.- CRÍTICA A LA GNOSEOLOGÍA. INTRODUCCIÓN PARA
TENER CONCEPTOS CLAROS.
¿QUÉ ES LA GNOSEOLOGÍA? ES LA DISCIPLINA FILOSÓFICA
QUE ESTUDIA QUÉ ES, EL ORIGEN, LAS POSIBILIDADES Y LIMITES DEL CONOCIMIENTO
HUMANO. SU ETIMOLOGÍA PROCEDE DEL GRIEGO: “GNOSIS”= CONOCIMIENTO Y “LOGOS”=
RAZONAMIENTO O DISCURSO.
Nietzsche desconfía de la razón como valor supremo del hombre
para alcanzar el conocimiento. Los filósofos y sabios se han valido de ella
para crear un mundo abstracto de ideas y categorías con el fin de explicar el ser y el mundo de las cosas. Pero
esas ideas y categorías no se pueden emplear porque son falsas. . El verdadero
conocimiento parte, pues, de nuestra
biología, del cuerpo, así se trate de las percepciones, de la imaginación. La
razón es un mero instrumento que ayuda a
filtrar las sensaciones y las percepciones de nuestra vista, oído y sentidos.
Las leyes del pensar son el resultado de la
evolución del organismo humano. En vez de partir de la razón y llegar a lo más profundo
de nuestros instintos para conocer al
ser humano, Nietzsche parte de los instintos, de los deseos, las sensaciones
corporales, en un primer grado, hasta llegar al pensar, como segundo grado de
la evolución biológica. No hay, por tanto,
separación de mente y cuerpo, de alma y materia.
Un juicio como “todos
los hombres son seres vivos”, no es solamente una operación del pensamiento, sino que necesita de los instintos. Por tanto,
la ecuación sería: juicio= instinto+ pensamiento.
En la filosofía, los conceptos son ideas abstractas que nos
formamos de las cosas, pero Nietzsche los rechaza porque prefiere las
metáforas. Según él, los conceptos petrifican (de piedra) y matan la vida,
convirtiendo en permanentes nuestras ideas sobre las cosas; pero, al ser la
realidad cambiante, las metáforas son las más adecuadas para referirnos a las
cosas, estableciendo semejanzas y analogías entre ellas. No siempre empleamos
las mismas y las vamos utilizando de formas distintas según se vayan
presentando, porque, en la metáfora
empleamos palabras con un sentido distinto del propio.
Como vemos Nietzsche desmonta la gnoseología tradicional al
destruir la concepción sobre el conocimiento
tal como lo entendemos generalmente.
8.- LA CRÍTICA A LA CIENCIA. .
En realidad, Nietzsche no critica la ciencia como tal, sino
la metodología (el método) empleado hasta que él irrumpe en escena.
Para entender esta crítica a la ciencia, hay que volver sobre
nuestros pasos y recordar que lo que Platón consideraba el “mundo verdadero”,
su mundo de las ideas, perfecto y estático (inmóvil) es falso para Nietzsche,
que ve lo real en el devenir, en el movimiento del cambio de las cosas. Por
tanto, todo lo que haya en la ciencia de abstracto, permanente e ideal no le
vale. ¿Y qué hay en la ciencia de abstracto, estático e ideal? Pues, las leyes
de la naturaleza, que los científicos han descubierto y que ellos
consideran regulan el comportamiento de las cosas. Son un a priori que nos
permite conocer primero la teoría y luego comprobar cómo el funcionamiento de las cosas y el mundo se
adaptan como el pie a un calcetín de su medida. Pero, Nietzsche no puede
aceptar este procedimiento de análisis, porque él sólo cree en el mundo
fenoménico, el de “las apariencias” o mundo de los sentidos”. Entonces, ¿cómo se pueden aceptar una serie de leyes,
que se dice nos revelan el mismo
comportamiento de las cosas, si las cosas son cambiantes, su aspecto dependen
de las circunstancias y del punto de vista de quien las observa? ¿Cómo podemos
aceptar un mundo de leyes, el nuevo y moderno
mundo de las ideas de los científicos,
que regula o explica la cambiante realidad, el devenir, las
“apariencias”? Afirma: “La ciencia puede
explicar bien poco la vida humana cargada de fuerza, de amor, de placer.;
ocurre al revés, que es el ser humano el que tiene que explicar estos
fenómenos”. Para ser un filósofo con el que comparto muy pocas cosas, he de
reconocer que tiene bastante de verdad en lo que dice. La ciencia intenta explicar en el
momento actual aspectos de la vida que
no le corresponden.
¿Y las matemáticas? También
reciben su varapalo. Esta ciencia
expresa la cantidad, el número. El modelo matemático que cuantifica (somete a
la cantidad, el número) la naturaleza, las cosas tiende a igualarlas, pero
ellas son diferentes por sus cualidades (blancas, negras, grandes, pequeñas, peligrosas/inocuas,
etc). Para el filósofo, reducir la cualidad a la cantidad es una locura.
Nietzsche niega también el concepto
de causa.
Para las personas corrientes, creer que todo efecto
es el resultado de una causa es algo muy de sentido común. Si estoy jugando al billar
y le doy con mi mano y brazo apoyados en el taco a una bola que hay en la mesa
de juego ésta se moverá más o menos en la dirección que pretendo; dependerá de
mi tacto y calidad como jugador, pero lo que es cierto es que he sido yo el
que, con mi decisión de pegarle a la bola, la he movido. Soy la causa de ese
movimiento. Lo veo muy claro, porque, en caso contrario, la bola no se habría
movido. Pero esta relación causa-efecto no la han tenido tan clara algunos
filósofos, entre ellos Nietzsche, que afirma que la causa no existe. En nuestra
mente, hemos tomado como causa la idea del movimiento de nuestro brazo, la
voluntad para darle a la bola, y, en realidad, según él, sólo se trata de un
mero ejercicio de fuerza y tensión de
nuestro brazo, de resistencia. Es nuestra inteligencia la que proyecta al
exterior la idea de la causa del movimiento de la bola de billar. Como en otros
casos, es una mera ilusión para Nietzsche, porque la causa/efecto es una ley
que rige el movimiento y la actividad de las cosas y del mundo, y ya sabemos
que Nietzsche no acepta ley o norma alguna que esté en un plano ideal y
permanente.
¿En qué tipo de ciencia cree Nietzsche? Aquella
ciencia que tiene en cuenta el devenir, el cambio, la producción de fenómenos
de ese mundo de Heráclito. ¿Cómo
expresar, por tanto, este mundo tan diverso? Mediante metáforas.
9.- CRÍTICA A LA RELIGIÓN
Dice Nietzsche que la religión es una “inspiración
patológica, una alteración de la personalidad; es decir, una enfermedad mental
y del comportamiento humano. ¿Por qué,
entonces, la conducta religiosa? Porque el hombre al enfrentarse a la muerte,
al saber que va a morir, siente impotencia. Sabe que es su destino, y para
superar esta situación recurre a la invención de un ser superior, Dios, en el
que deposita toda su confianza y la
voluntad de poder que a él le falta para aceptar que va a morir, en vez de engrandecerse
y reconocer su fuerza y voluntad de poder, se empequeñece. Es un mecanismo
enfermizo y patológico (enfermedad mental) de defensa.
Para este filósofo, el cristianismo pretende la fraternidad, la compasión, la sencillez el
amor a los débiles, valores tradicionales
que van contra la naturaleza del hombre (son antinaturales), porque no
dan libertad para que se desarrolle
plenamente. ¿Por qué tengo que ser caritativo, compasivo con el débil y el
necesitado?- se pregunta él. Su
respuesta: estos valores me limitan, impidiéndome ser fuerte y poderoso (tener
voluntad de poder). Los califica de “mezquinos y ruines”, más propios de ovejas
que de seres humanos. Piensa que el cristianismo ha fomentado en el hombre el odio a la
vida (“Dionysos contra el Crucificado”),
a la vida que él preconiza de total libertad, de orgía, de violencia, en
definitiva, la vida que hace al hombre un ser con voluntad de poder en sí
mismo.
Va también
contra el cristianismo porque ha creado a Dios, contrario a la vida buena y
libre.” Dios ha muerto y hay que enterrarlo”, porque ha caído con toda la
cultura y moral occidental. Nada, por tanto,
de Dios, nada de premios y castigos. De esta manera, el hombre será
totalmente libre. Pero después de la muerte de Dios, vendrá una época de
barbarie sin leyes, sin moral ni vida
eterna. La soledad sin Dios será intolerable y el hombre tendrá que poner los
medios para superarla, como hombre superior, que no tiene por encima nada ni a
Dios, ni valores, nada. Dice: “Es preciso sustituir a Dios por el superhombre,
sin olvidar que es sólo hombre y que es un ser para la tierra (…) ya no
queremos ir al reino de los cielos… queremos el reino de la tierra”.
BIBLIOGRAFÍA:
CANO, GERMÁN. Estudio
introductorio. Friedrich Nietzsche, crítico de la moral. GREDOS, Tomo 1,
2010 y RBA COLECCIONABLES, S.A, 2014.
FRAIJÓ, MANUEL. Un
crítico de la modernidad. F. Nietzsche, en “A vueltas con la religión”. Editorial
Verbo Divino, 2000.
GAARDER, JOSTEIN. El
mundo de Sofía. Siruela
Biblioteca Gaarder
GONZÁLEZ ÁLVAREZ, ÁNGEL. Historia de la Filosofía. E.P.E.S.A., 1982.
LAROUSSE, Diccionario de Filosofía. LAROUSSE. 2003.
LOBATO VALDERREY, TOMÁS. Historia del pensamiento, Dykinson, S.L., 2015.
MUÑOZ, JACOBO. Nihilismo y crítica de la religión en
Nietzsche, Filosofía de la Religión. Estudios y Textos, edición de Manuel
Fraijó, TROTTA, 2001.
NAVARRO CORDÓN, J.M y CALVO MARTÍNEZ. T. Historia de la Filosofía. ANAYA,1988.
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