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domingo, 13 de agosto de 2017

NIETZSCHE, FILÓSOFO VITALISTA Y CRÍTICO

               

               Publico este trabajo que se me pidió en su momento por algunos particulares para   la prueba de Historia de la Filosofía  de Bachillerato y   Selectividad, por si puede ser de utilidad a  futuros lectores, que se encuentren en la misma situación o quieran aproximarse a la compleja y discutida obra del gran filósofo  Friedrich Nietzsche


               
NIETZCHE:   EL FILÓSOFO VITALISTA E IRRACIONALISTA (1844-1900)
APUNTE,  Nº 1:  NIETZSCHE  Y LA FILOSOFÍA DEL MARTILLO.
En su libro “El crepúsculo de los ídolos”, Nietzsche utiliza  una  metáfora  “la del  martillo”, que resume todo su pensamiento. Su modo de pensar es dar  “martillazos” intelectuales  (critica corrosiva, destructiva) a todo aquello que ha ido- según él- deformando, degenerando el pensamiento y la acción del hombre, provocando su decadencia.  Arrasa con la religión, la ciencia, el arte, la filosofía, el cristianismo, el judaísmo (crítica a la religión), la ciencia, la democracia. Ataca a las personas débiles, tullidas y enfermas, a las que llama degeneradas. No demuestra compasión alguna por ellas, ni le importa cuál puede ser su  futuro. Lo fundamental en el tipo de persona y raza que predica es el superhombre: el hombre fuerte, que tiene voluntad de poder y que rompe  con todas las leyes y normas morales y sociales, porque su ideal es ir más allá del bien y del mal, tal como entiende estos conceptos  la moral tradicional cristiana. (Obra: “MÁS ALLÁ DEL BIEN Y DEL MAL).
  DESARROLLA  MUCHOS ANTI-ESTO O LO OTRO”.
1.-Emplea su “martillo” intelectual contra el cristianismo: es ateo y anticristiano. (Nota: Este apartado  vale también para crítica de Nietzsche a la religión).
Para este filósofo, el cristianismo pretende  la fraternidad, la compasión, la sencillez el amor a los débiles, valores tradicionales  que van contra la naturaleza del hombre (son antinaturales), porque no dan libertad  para que se desarrolle plenamente. ¿Por qué tengo que ser caritativo, compasivo con el débil y el necesitado?- se pregunta él.  Su respuesta: estos valores me limitan, impidiéndome ser fuerte y poderoso (tener voluntad de poder). Los califica de “mezquinos y ruines”, más propios de ovejas que de seres humanos. (NOTA: Este apartado  vale también para la crítica de la religión.)
(Ataca también el valor tradicional de la obediencia, porque fue el medio del que se sirvió el cristianismo para someter a las razas y pueblos nobles y señoriales (de señores)) (NOTA: El apartado entre paréntesis  vale también para la crítica de la moral tradicional, ya que era anti-moralista.)
2.-EMPLEA EL MARTILLO CONTRA EL SOCIALISMO Y LA DEMOCRACIA.
Es anti-democrático y anti-socialista, porque estas dos doctrinas también defienden la moral del “rebaño”. Considera  ridículo el afán de luchar  para que el mayor número de personas tenga igualdad, felicidad, etc. Lo importante es el hombre como superhombre, que es voluntad de poder (SU OBRA PÓSTUMA: “LA VOLUNTAD DE PODER”) y de dominio. Sin embargo, todos los seres humanos no pueden alcanzar este ideal de hombre, por esta razón, ataca al cristianismo y al socialismo que vuelven su mirada a los débiles.
3.- EMPLEA EL MARTILLO CONTRA LAS MUJERES.
Desvalora a la mujer  cuando pierde “sus instintos femeninos”. La reduce a eso, a  instintos.  La pregunta obligada es: ¿Y la razón, la inteligencia de la mujer dónde queda para Nietzsche?
No cree en la liberación de la mujer. Piensa que la mujer alcance mayores cotas de libertad (emancipación) es masculinizarse, y no hay nada peor que una mujer “masculina”.
4.- EMPLEA EL MARTILLO CONTRA LA MORAL TRADICIONAL: ES ANTI-MORAL. (Vale también para la pregunta de la crítica de la moral)
Rechaza los valores de la moral tradicional, la judía, la cristiana, la europea y los transmuta  (los cambia, muda, los convierte en…) en otro valores contrarios, opuestos y muy distintos a los tradicionales. Por ejemplo, “lo bueno” no es lo que se caracteriza por tener bondad, sino por ser noble, aristocrático. De esta manera, identifica lo bueno,  con el comportamiento de los  nobles, el poder  y la voluntad de poder.
Lo malo no es lo que carece de bondad y se caracteriza por su maldad, sino lo plebeyo (popular, vulgar, del pueblo), villano y esclavo. La felicidad no es para Nietzsche un estado de bonanza material o espiritual, el bien, en definitiva, sino el sentimiento  que favorece el aumento de poder; el estado superior del hombre que se siente fuerte y poderoso, y que prefiere la guerra a la paz.
Otros martillos podríamos mencionar aquí, pero con estos son bastantes.
 En filosofía es conveniente  reflexionar las cuestiones, viendo las causas y consecuencias de los distintos conceptos nietzscheanos. Todo está asociado en este autor.
PRIMERO, HAY QUE COMPRENDER BIEN LO QUE QUIERE DECIR EL FILÓSOFO EN CADA TEMA O ASUNTO; LUEGO, SE LE HARÁ LA CRÍTICA, DE ACUERDO CON LOS CRITERIOS PERSONALES DEL ESTUDIANTE Y DE OTROS FILÓSOFOS QUE HAYAN ESTUDIADO A NIETZSCHE.
2.- APUNTE 2. PREGUNTA 2.- CONCEPCIÓN METAFÍSICA DEL ARTE.
En su primera etapa como filósofo Nietzsche interpreta el arte griego. De esta época es su obra EL ORIGEN DE LA TRAGEDIA. Fija  su atención en dos grandes dioses griegos, que son para él los más importantes en la formación de este arte. Por un lado, el dios Apolo. ¿Quién era Apolo en la mitología griega?  Era la representación de la armonía y el orden de las formas del cuerpo, la “bella apariencia”, la fuerza espiritual y la inteligencia. El cuerpo de Apolo se correspondía con unas medidas perfectas. Era el ideal de la belleza masculina. Algunas veces, hemos oído decir de un joven esbelto y musculoso que tiene un cuerpo apolíneo (de Apolo), una figura apolínea.
Por otra parte, el otro gran dios para nuestro filósofo era Diónysos, llamado también Baco, el rey del vino, de las orgías (juergas en las que se daba de todo, una vez borrachos). Se hacían representaciones teatrales en su honor  y la mejor forma de honrarle  era beber mucho y divertirse sin freno. Es el representante del caos, de la embriaguez sin medida. Los cultos a Dionisos se denominaban dionisíacos.
En la tragedia griega descubre Nietzsche que lo apolíneo y lo dionisíaco van armonizados. Los griegos intentaban explicar la vida mediante el teatro, la tragedia.
¿Pero a  quién elige Nietzsche para explicar de forma metafísica el arte? ¿A Apolo, que representa la razón, la medida y el orden o  a Dionisio, que simboliza  la sinrazón,  el desenfreno sin medida y el desorden de la orgía? Pues, a Diónysos. ¿Por qué? Porque lo apolíneo corresponde a la filosofía de Platón, a su mundo ideal y estático (sin cambios),  en el que brillan el Bien, la Verdad, la Belleza, la Justicia,  y  a la de Sócrates, que predica la moral   y la ética, y el  modelo de hombre, con estos valores, que pretenden estos filósofos  se somete a la “moral de los señores”. En cambio lo dionisíaco  es el concepto de una forma de vida propia del hombre que se arriesga, que rompe barreras morales, y es  libre, para el autor. Se rechaza la idea de la muerte y se abraza la alegría desenfrenada de la vida, la voluntad de vivir. Este tipo de hombre es un “hombre superior”, sustituto y continuador del profeta Zaratustra (OBRA: ASÍ HABLÓ ZARATUSTRA).
Para Nietzsche, lo apolíneo (de Apolo) y lo dionisíaco (de Dionysios/Baco) son dos formas de creación del  arte, y él, como buen filósofo especula y argumenta con ambas formas, eligiendo la  segunda para elaborar su idea de hombre superior (superhombre).
NOTA: COMO SE  VERÁ, NIETZSCHE NO SE DEDICA A HACER UN TRATADO DE ARTE EN “EL ORIGEN DE LA TRAGEDIA”, SINO QUE  LO PIENSA  DESDE ESTOS DOS FORMAS DE CREACIÓN,  VA MÁS ALLÁ DEL ARTE MISMO (METAFÍSICA).

APUNTE 3. Pregunta, 3ª: CONCEPCIÓN DEL MUNDO Y DE LA EXISTENCIA. INOCENCIA DEL DEVENIR.
Para conocer la concepción que Nietzsche tenía  del mundo  hay que saber qué concepción del mundo rechazaba y que venía  heredada de la filosofía griega. Nuestro filósofo atacó  radicalmente la teoría de los dos mundos de Platón (El  mundo de las ideas: Bien, Verdad, Belleza, Justicia, como valores estáticos y permanentes, y el mundo de las apariencias (las sombras, imágenes, etc ).  Pensaba que el mundo aparente, en el que se daban los cambios causados por la percepción sensorial   del mundo  físico, no podía ser el mundo de la realidad engañosa, como Platón y otros filósofos pensaban. Consideraba que esa afirmación era un error de los filósofos porque temían al cambio, a la muerte y a la vejez, que son los signos del paso de tiempo por nuestras vidas y la realidad. Como esta idea del cambio continuo y del mundo aparente no tranquilizaba, se abrazaban  a la verdad que debía ser inmutable (no cambiante). Se atenían a las leyes, a la ética, a los valores tradicionales de la moral que, según Nietzsche, mantenían al ser humano atado a unas conductas rigurosas que impedían su libertad, su capacidad de movimiento  para ir eligiendo en cada momento lo que los sentidos y la vida le ponían por delante.
1.- LA INOCENCIA DEL DEVENIR.   Es una concepción opuesta a toda moral, platónica y cristiana. Tanto Sócrates y Platón como el cristianismo juzgaron la existencia como culpable: el hombre responsable de sus actos ante el mundo verdadero de las Ideas, la moral socrática y la cristiana aparece como culpable, porque obligan  a  elegir el bien frente al mal. No, dice Nietzsche. El devenir (el cambio continuo de la realidad) supone aceptar que el mundo es tal como se nos aparece (cambio, movimiento) y no como la razón quiere que sea con sus normas, leyes y creencias (permanencia). La inocencia del devenir es una conducta humana que está más allá del bien y del mal. El ser humano superior  no tiene límites en su pensamiento y actuación. Compara al superhombre con la figura del niño, el  artista  que vive y juega inocentemente, sin tener en cuenta  los valores morales establecidos, sino creados por él mismo.  Este niño inocente/superhombre vive por la voluntad de poder; una fuerza que  produce  y destruye al mismo tiempo. El niño piensa y actúa sin pensar que hace mal; es inocente. El adulto ha de romper con todo: Dios, normas, creencias, etc., para vivir esa inocencia, ignorando el bien y el mal de la tradición. Nietzsche trata pues de la inocencia del ser que no conoce reglas y actúa a su antojo, como le vienen los acontecimientos. Así se comporta el niño, porque  es inocente.
Devenir: recordemos aquí a Heráclito, cuando decía: “Todo fluye, nada es”. No hay una realidad o un mundo permanente. No te bañas dos veces en las mismas aguas del río. Pues así es la vida, el devenir, para Nietzsche. Todo nace y se destruye. La vida, como creación y destrucción, se caracteriza a la vez por la alegría y el dolor de los que viven. Sólo por la voluntad de poder, la fuerza vital, se superan los sufrimientos de este mundo. Pero el hombre no sólo ha perdido el mundo verdadero de Platón, también pierde el mundo aparente, y ha de empezar de nuevo: el eterno retorno, con nuevas alegrías y sufrimientos. Todo vuelve a repetirse y el superhombre ha de emplearse a fondo, de nuevo, en esta vida, no en la otra, para seguir existiendo libre,  sin ataduras de ningún tipo.
APUNTE.4. PREGUNTA 4: SU TEORÍA: EL MÉTODO DE LA CRÍTICA.
1.- TEORÍA FILOSÓFICA DE NIETZSCHE.
La teoría de Nietzsche es vitalista, ya que la vida es para él el valor supremo. Cuando se refiere a la vida lo hace fundamentalmente en su sentido biológico, del cuerpo. Es la vida de los instintos (instintiva), irracional (frente a lo racional que-según el filósofo- ata al hombre a normas e ideas determinadas por una autoridad externa). Es la vida buena que corresponde a la naturaleza humana. Para Nietzsche, el verdadero filósofo es el que sigue los dictados de su interior, sin imposiciones de fuera (Dios, la filosofía platónica del mundo de las ideas, la ética de Sócrates, Aristóteles, Descartes, etc.) Entiende la vida como el  espacio vital donde se da la alegría y el dolor, y en el que  el hombre superior/superhombre ha de alcanzar con la  voluntad de poder su superación, construyendo y destruyendo, los procesos por los que pasa, y que se van repitiendo a lo largo de la vida. Lo importante es no dejarse atrapar en el eterno retorno de los acontecimientos que vuelven una y otra vez.
2.-  SU MÉTODO FILOSÓFICO.
El  método de Nietzsche es GENEALÓGICO (de genealogía, que estudia el origen de las personas, animales). Nietzsche aplica la genealogía  a la búsqueda del origen oculto de las ideas  para ver de dónde proceden, cómo y por qué se han formado. También analiza las palabras en sus orígenes. Pretende llegar al fondo de los problemas, de su crítica, empleando estos recursos. Así, en su genealogía de la moral, analiza las palabras “bueno”, malo”, “felicidad”, dándoles significados distintos a la moral tradicional
Recurre a la metáfora (recordemos  la “del martillo), a los símbolos y al aforismo,  escrito corto  que expresa un pensamiento breve, el cual sugiere (traer algo a la mente, a la memoria) nuevas ideas, sobre todo morales. Prefiere la metáfora al concepto de las cosas, porque en la metáfora entra la imaginación y se pueden utilizar las palabras, con mayor libertad,  en  un sentido distinto del que realmente tienen. El concepto define el objeto de una forma fija, abstracta, sin imágenes.
RECORDEMOS  QUE EN  EL “CUARTO MARTILLO”  TRATAMOS DE ESTAS PALABRAS: BUENO= NOBLE; MALO=PLEBEYO; FELICIDAD= ESTADO DE DOMINIO POR LA VOLUNTAD DE PODER DEL HOMBRE.
3.- METODOLOGÍA DE LA CRÍTICA:
Todos los elementos anteriores se ponen al servicio de la  crítica: genealogía de las ideas, palabras, de la moral; la metáfora, el aforismo… En su crítica, Nietzsche da un severo repaso a la filosofía pasada y de su tiempo, a las doctrinas políticas- democracia, socialismo-, a las religiones, a la moral, a cierta ciencia, enfrentando  todas esas   doctrinas, disciplinas y filosofías a sus elementos de crítica: el hombre superior que está por encima del bien y del mal, la construcción y destrucción de las ideas, el valor supremo de la vida  biológica, corporal, el irracionalismo, frente a la razón, etc. No deja así con “estos tupidos coladores” (es mi metáfora) títere con cabeza.
TAL COMO ESTÁN PRESENTADAS LAS PREGUNTAS DE ESTE PROGRAMA, LAS IDEAS SE REPITEN. DEBEN APROVECHARSE ADAPTÁNDOLAS A CADA PREGUNTA.
APUNTE 5.-  5ª PREGUNTA: MORAL DE SEÑORES  O GUERREROS Y MORAL DE ESCLAVOS Y SACERDOTES.
COPIO Y PEGO AQUÍ  EL TEXTO QUE ESCRIBÍ EN LA PRIMERA PREGUNTA “DEL MARTILLO”, PORQUE  PUEDE VENIR BIEN COMO INTRODUCCIÓN A ESTA PREGUNTA QUE VAMOS A DESARROLLAR AHORA.
 Rechaza los valores de la moral tradicional, la judía, la cristiana, la europea y los transmuta  (los cambia, muda, los convierte en…) en otro valores contrarios, opuestos y muy distintos a los tradicionales. Por ejemplo, “lo bueno” no es lo que se caracteriza por tener bondad, sino por ser noble, aristocrático. De esta manera, identifica lo bueno,  con el comportamiento de los  nobles, el poder  y la voluntad de poder.
Lo malo no es lo que carece de bondad y se caracteriza por su maldad, sino lo plebeyo (popular, vulgar, del pueblo), villano y esclavo. La felicidad no es para Nietzsche un estado de bonanza material o espiritual, el bien, en definitiva, sino el sentimiento  que favorece el aumento de poder; el estado superior del hombre que se siente fuerte y poderoso, y que prefiere la guerra a la paz.
Como vemos aquí utiliza el método genealógico, que tratamos en la pregunta nº 4, cuando escribíamos: LA GENEALOGÍA DE LA MORAL. ( Copio   y pego):
 El  método de Nietzsche es GENEALÓGICO (de genealogía, que estudia el origen de las personas, animales). Nietzsche aplica la genealogía  a la búsqueda del origen oculto de las ideas  para ver de dónde proceden, cómo y por qué se han formado. También analiza las palabras en sus orígenes. Pretende, pues, llegar al fondo de los problemas, de su crítica, empleando estos recursos
 Para su crítica de la moral, analiza u cambia el significado de las palabras bueno, malo, felicidad,  yendo a la raíz u origen de las mismas para fundamentar su idea de la moral.
¿A qué conclusión llega?:
Como su interpretación de lo “bueno y de lo “malo” es  distinta de la moral tradicional, diferencia una  moral de los señores o guerreros, que consideran “lo bueno” como lo noble, lo aristocrático, lo poderoso y  una moral de los esclavos y sacerdotes, que califica como la “moral del rebaño”, porque lo bueno significa en la moral tradicional lo piadoso, compasivo, inofensivo, propia de personas débiles y condescendientes  (tolerantes). Para Nietzsche esta conducta es vulgar, corriente y habitual y se limita a  que las personas obedezcan. En cambio, la moral de los señores o de los guerreros es lo que no es vulgar ni corriente, porque es inusual; es valiente o audaz, peligrosa, violenta, por tanto,  valiosa para la persona que domina. Si  profundizamos un poco veremos las consecuencias a  las que nos lleva la “transmutación” (cambio) que Nietzsche hace “de los valores tradicionales”. “Le da la vuelta del calcetín- mi metáfora- a la moral, a la concepción del mundo y del hombre que lo habita.
AHORA VOY A PROFUNDIZAR UN POCO MÁS EN ESTA PREGUNTA;  SE  VERÁ QUE ES LO QUE SE  PUEDE ASIMILAR PARA EL EXAMEN.
¿Por qué llama a la moral tradicional “moral de los esclavos”?
1.- Porque para él es antinatural, va contra los instintos del hombre: el placer, el dominio, la fuerza sin límites…, y también contra la vida buena que él defiende, libre de toda normal moral, legal o religiosa.
2.-Porque es propia de personas bondadosas, virtuosas y, por tanto, frustradas  de la vida poderosa, fuerte…
3.- Porque es propia de la moral platónica, que es del mundo de las ideas, de otro mundo, distinto al que vivimos, que no vale nada para Platón. Todo  según el filósofo que estudiamos.
4.- Porque va contra libertad de hacer lo que a uno le parece según como se van presentando las cosas, el mundo, las circunstancias.
5.- En definitiva, esta moral  impide al hombre ser todo lo audaz, fuerte y poderoso que puede llegar a ser (OBRA: Voluntad de poder).
En conclusión, si la moral de los esclavos es antinatural, la moral de los señores es la moral de “la voluntad de poder”, la del ser superior o superhombre.
6.- CRÍTICA A LA METAFÍSICA: LAS CUATRO TESIS.
NIETZSCHE  cree que la metafísica tradicional se asienta en un error fundamental: la creencia en que los valores supremos tienen su origen en   mundos  fuera del terrenal, así el mundo verdadero  de Platón, Dios (en las religiones) el reino de los cielos (en el cristianismo). Es falso, pues,  el “mundo verdadero” creado por la metafísica.
Ya hemos comentado que considera estos mundos externos a la realidad del hombre como fijos,  inmutables (no sometidos a cambio). No son, pues, la realidad. Pero el sabio y el científico tradicional  estudian la realidad por encima de los cambios del mundo, porque no ven que sea posible reflexionar sobre el ser del mundo en medio del torbellino del movimiento de la vida y de las cosas (el devenir).  Nietzsche piensa  que están en un error.
Propone cuatro tesis acerca de este error tradicional acerca del ser del mundo, de su realidad.
Primera tesis: No  tenemos más realidad que la aparente y no las ideas abstractas universales (esencia, sustancia, Dios, el alma, etc ). Tampoco  otras categorías que la razón humana utiliza para explicar el ser del mundo y de las cosas: unidad, identidad, causa, etc. Por tanto, estas ideas y categorías no pueden ser demostrables como realidades.
Segunda tesis: El “ser verdadero” es  signo del no-ser, de la nada, contrario al mundo real o mundo aparente. Las ideas y categorías, que hemos visto en la primera tesis la metafísica tradicional, las “cosifica”, las convierte en cosas; pero no existen.
Tercera tesis: Otro mundo distinto de este no tendría sentido, porque empequeñecería la vida. Sería una mentira, que iría contra la vida.
Cuarta tesis: Dividir el mundo en “verdadero” y “aparente”, como se da el mundo platónico y en el mundo cristiano” es decadente. Los filósofos se inventan conceptos para intentar entender el devenir, buscando estabilidad en el caos de este último.
7.- CRÍTICA A LA GNOSEOLOGÍA. INTRODUCCIÓN PARA TENER  CONCEPTOS CLAROS.
¿QUÉ ES LA GNOSEOLOGÍA? ES LA DISCIPLINA FILOSÓFICA QUE ESTUDIA QUÉ ES,  EL ORIGEN,  LAS POSIBILIDADES Y LIMITES DEL CONOCIMIENTO HUMANO. SU ETIMOLOGÍA PROCEDE DEL GRIEGO: “GNOSIS”= CONOCIMIENTO Y “LOGOS”= RAZONAMIENTO O DISCURSO.
Nietzsche desconfía de la razón como valor supremo del hombre para alcanzar el conocimiento. Los filósofos y sabios se han valido de ella para crear un mundo abstracto de ideas y categorías con el fin de  explicar el ser y el mundo de las cosas. Pero esas ideas y categorías no se pueden emplear porque son falsas. . El verdadero conocimiento  parte, pues, de nuestra biología, del cuerpo, así se trate de las percepciones, de la imaginación. La razón es un mero instrumento que  ayuda a filtrar las sensaciones y las percepciones de nuestra vista, oído y sentidos.
 Las  leyes del pensar son el resultado de la evolución del organismo humano. En vez de partir de la razón y llegar a lo más profundo de nuestros instintos para conocer  al ser humano, Nietzsche parte de los instintos, de los deseos, las sensaciones corporales, en un primer grado, hasta llegar al pensar, como segundo grado de la evolución biológica. No hay, por tanto,  separación de mente y cuerpo, de alma y materia.
Un juicio como  “todos los hombres son seres vivos”, no es solamente  una operación del pensamiento,  sino que necesita de los instintos. Por tanto, la ecuación sería: juicio= instinto+ pensamiento.
En la filosofía, los conceptos son ideas abstractas que nos formamos de las cosas, pero Nietzsche los rechaza porque prefiere las metáforas. Según él, los conceptos petrifican (de piedra) y matan la vida, convirtiendo en permanentes nuestras ideas sobre las cosas; pero, al ser la realidad cambiante, las metáforas son las más adecuadas para referirnos a las cosas, estableciendo semejanzas y analogías entre ellas. No siempre empleamos las mismas y las vamos utilizando de formas distintas según se vayan presentando,  porque, en la metáfora empleamos palabras con un sentido distinto del propio.
Como vemos Nietzsche desmonta la gnoseología tradicional al destruir la concepción sobre el  conocimiento tal como lo  entendemos  generalmente.
8.- LA CRÍTICA A LA CIENCIA. .
En realidad, Nietzsche no critica la ciencia como tal, sino la metodología (el método) empleado hasta que él irrumpe en escena.
Para entender esta crítica a la ciencia, hay que volver sobre nuestros pasos y recordar que lo que Platón consideraba el “mundo verdadero”, su mundo de las ideas, perfecto y estático (inmóvil) es falso para Nietzsche, que ve lo real en el devenir, en el movimiento del cambio de las cosas. Por tanto, todo lo que haya en la ciencia de abstracto, permanente e ideal no le vale. ¿Y qué hay en la ciencia de abstracto, estático  e ideal? Pues, las leyes de la naturaleza, que los científicos han descubierto y que ellos consideran regulan el comportamiento de las cosas. Son un a priori que nos permite conocer primero la teoría y luego comprobar cómo  el funcionamiento de las cosas y el mundo se adaptan como el pie a un calcetín de su medida. Pero, Nietzsche no puede aceptar este procedimiento de análisis, porque él sólo cree en el mundo fenoménico, el de “las apariencias” o mundo de los sentidos”. Entonces,  ¿cómo se pueden aceptar una serie de leyes, que se dice  nos revelan el mismo comportamiento de las cosas, si las cosas son cambiantes, su aspecto dependen de las circunstancias y del punto de vista de quien las observa? ¿Cómo podemos aceptar un mundo de leyes, el nuevo y moderno  mundo de las ideas de los científicos,  que regula o explica la cambiante realidad, el devenir, las “apariencias”?  Afirma: “La ciencia puede explicar bien poco la vida humana cargada de fuerza, de amor, de placer.; ocurre al revés, que es el ser humano el que tiene que explicar estos fenómenos”. Para ser un filósofo con el que comparto muy pocas cosas, he de reconocer que tiene bastante de verdad en  lo que dice. La ciencia intenta explicar en el momento actual  aspectos de la vida que no le corresponden.
¿Y las matemáticas? También reciben su varapalo.   Esta ciencia expresa la cantidad, el número. El modelo matemático que cuantifica (somete a la cantidad, el número) la naturaleza, las cosas tiende a igualarlas, pero ellas son diferentes por sus cualidades (blancas, negras, grandes, pequeñas, peligrosas/inocuas, etc). Para el filósofo, reducir la cualidad a la cantidad es una locura.
Nietzsche niega también el concepto de causa.
Para las personas corrientes, creer que todo efecto es  el resultado  de una causa es algo muy  de sentido común. Si estoy jugando al billar y le doy con mi mano y brazo apoyados en el taco a una bola que hay en la mesa de juego ésta se moverá más o menos en la dirección que pretendo; dependerá de mi tacto y calidad como jugador, pero lo que es cierto es que he sido yo el que, con mi decisión de pegarle a la bola, la he movido. Soy la causa de ese movimiento. Lo veo muy claro, porque, en caso contrario, la bola no se habría movido. Pero esta relación causa-efecto no la han tenido tan clara algunos filósofos, entre ellos Nietzsche, que afirma que la causa no existe. En nuestra mente, hemos tomado como causa la idea del movimiento de nuestro brazo, la voluntad para darle a la bola, y, en realidad, según él, sólo se trata de un mero ejercicio de fuerza y tensión  de nuestro brazo, de resistencia. Es nuestra inteligencia la que proyecta al exterior la idea de la causa del movimiento de la bola de billar. Como en otros casos, es una mera ilusión para Nietzsche, porque la causa/efecto es una ley que rige el movimiento y la actividad de las cosas y del mundo, y ya sabemos que Nietzsche no acepta ley o norma alguna que esté en un plano ideal y permanente.
¿En qué tipo de ciencia cree Nietzsche? Aquella ciencia que tiene en cuenta el devenir, el cambio, la producción de fenómenos de ese mundo  de Heráclito. ¿Cómo expresar, por tanto, este mundo tan diverso? Mediante metáforas.
9.- CRÍTICA A LA RELIGIÓN
Dice Nietzsche que la religión es una “inspiración patológica, una alteración de la personalidad; es decir, una enfermedad mental y del comportamiento  humano. ¿Por qué, entonces, la conducta religiosa? Porque el hombre al enfrentarse a la muerte, al saber que va a morir, siente impotencia. Sabe que es su destino, y para superar esta situación recurre a la invención de un ser superior, Dios, en el que  deposita toda su confianza y la voluntad de poder que a él le falta para aceptar que va a morir, en vez de engrandecerse y reconocer su fuerza y voluntad de poder, se empequeñece. Es un mecanismo enfermizo y patológico (enfermedad mental) de defensa.
Para este filósofo, el cristianismo pretende  la fraternidad, la compasión, la sencillez el amor a los débiles, valores tradicionales  que van contra la naturaleza del hombre (son antinaturales), porque no dan libertad  para que se desarrolle plenamente. ¿Por qué tengo que ser caritativo, compasivo con el débil y el necesitado?- se pregunta él.  Su respuesta: estos valores me limitan, impidiéndome ser fuerte y poderoso (tener voluntad de poder). Los califica de “mezquinos y ruines”, más propios de ovejas que de seres humanos. Piensa que el cristianismo ha fomentado en el hombre el odio  a   la vida (“Dionysos contra el Crucificado”),  a la vida que él preconiza de total libertad, de orgía, de violencia, en definitiva, la vida que hace al hombre un ser con voluntad de poder en sí mismo.
Va  también contra el cristianismo porque ha creado a Dios, contrario a la vida buena y libre.” Dios ha muerto y hay que enterrarlo”, porque ha caído con toda la cultura y moral occidental. Nada, por tanto,  de Dios, nada de premios y castigos. De esta manera, el hombre será totalmente libre. Pero después de la muerte de Dios, vendrá una época de barbarie sin leyes, sin moral ni  vida eterna. La soledad sin Dios será intolerable y el hombre tendrá que poner los medios para superarla, como hombre superior, que no tiene por encima nada ni a Dios, ni valores, nada. Dice: “Es preciso sustituir a Dios por el superhombre, sin olvidar que es sólo hombre y que es un ser para la tierra (…) ya no queremos ir al reino de los cielos… queremos el reino de la tierra”.

BIBLIOGRAFÍA:
CANO, GERMÁN. Estudio introductorio. Friedrich Nietzsche, crítico de la moral. GREDOS, Tomo 1, 2010 y RBA COLECCIONABLES, S.A, 2014.
FRAIJÓ, MANUEL. Un crítico de la modernidad. F. Nietzsche, en “A vueltas con la religión”. Editorial Verbo Divino, 2000.
GAARDER, JOSTEIN. El mundo de Sofía. Siruela Biblioteca Gaarder
GONZÁLEZ ÁLVAREZ, ÁNGEL. Historia de la Filosofía. E.P.E.S.A., 1982.
 LAROUSSE, Diccionario de Filosofía. LAROUSSE. 2003.
LOBATO VALDERREY, TOMÁS. Historia del pensamiento, Dykinson, S.L., 2015.
 MUÑOZ, JACOBO. Nihilismo y crítica de la religión en Nietzsche, Filosofía de la Religión. Estudios y Textos, edición de Manuel Fraijó, TROTTA, 2001.
NAVARRO CORDÓN, J.M y CALVO MARTÍNEZ. T. Historia de la Filosofía. ANAYA,1988.








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