UNA MIRADA A
LA REALIDAD PARA FUNDAMENTAR NUESTRO
COMPROMISO EN LA HOAC: SITUACIÓN Y CONTEXTO.
(Reflexión presentada al Sector “Paro, pobreza y
exclusión social” de la HOAC.)
Para situarnos en esta mirada a la realidad que
queremos hacer hemos de partir en primer lugar del contexto mundial
en el que España, Andalucía y la
Bahía de Cádiz se encuentran. No podemos
comprender los contextos más cercanos si
no analizamos brevemente cómo estamos
sujetos a férreos controles económicos, políticos y sociales y las causas que
provocan problemas como el
desempleo, la pobreza y la exclusión
en un sistema que limita las posibilidades
de cambio, también, en el medio en que vivimos.
1.-Para ninguno de l@s militantes que integramos el
sector diocesano “Paro, pobreza y exclusión social” de la HOAC de Cádiz es un
secreto que vivimos en un mundo muy desigual,
debido a las grandes y profundas diferencias económicas, sociales y políticas.
El avance de las TIC (Tecnologías de la información y la comunicación), la
técnica más convencional y los intereses
económicos y financieros han impuesto formas de vida, producción y trabajo a los
países más pobres con grave quebranto para sus economías y seguridad
alimentaria de sus ciudadanos. La reciente y mal llamada crisis no ha sido otra cosa que un
proceso causado por la ambición de los centros financieros del sistema, que han
desestabilizado la vida de muchas personas e instituciones sociales, abocadas a la pobreza y desesperación por los feroces recortes de los Gobiernos para
seguir favoreciendo a quienes detentan el
poder económico y financiero (bancos, multinacionales, lobbys, etc.), aumentando así sus beneficios, a costa de la inmensa mayoría
de las población.
Por otra parte, como siempre, rumores de
inestabilidad, amenazas para la paz,
violencias a distintos niveles, guerras y terrorismo, fenómenos generados por
conflictos locales e intereses geoestratégicos, atenazan la situación mundial,
provocando migraciones, movimiento de refugiados, muerte y desolación. La violencia se extiende también al
medioambiente, explotado al máximo y
deteriorado por una contaminación,
originada en parte por intereses
crematísticos de las multinacionales y empresas interesadas en invertir en la
transformación de la Naturaleza, con grave peligro en numerosas ocasiones para las personas y el
resto de seres vivos. Es seguro que dejaremos una muy mala herencia ecológica a
nuestros descendientes.
2.- Europa,
en medio de este tablero de ajedrez participa de la incertidumbre que
mencionamos brevemente aquí, aunque los riesgos que corre son menos
destructivos que los que amenazan a los países del Sur; sin embargo, sus efectos
no son leves, tras una crisis que ha dejado en el paro, la pobreza y a la
intemperie a millones de europeos, que
se ha visto desempleados, empobrecidos y
desahuciados. Ahora, tras varios años de
recortes, los expertos atentos a la macroeconomía anuncian una y otra vez la
salida de la crisis y la subida del PIB, pero la verdad es que a la vez las grandes rentas y multinacionales siguen
enriqueciéndose; los trabajadores ven
cómo disminuye su calidad de vida por la
congelación de salarios, el trabajo temporal y los despidos improcedentes.
3.- En España,
cuando se escriben estas líneas, las noticias sobre el desarrollo de la trama
Gürtel en sede judicial nos sobrecogen al comprobar la desvergüenza general de
la corrupción, asunto en el que no
voy a entrar, pero que se ha convertido
en sistémica y en la primera
preocupación de la ciudadanía española. El poder político estrechamente ligado
a empresarios sin escrúpulos están demoliendo el patrimonio público del Estado.
Producto de estas operaciones privatizadoras, 56.865 millones de euros se ha ido a rescatar la banca, dando el
Gobierno por perdido 42.900 millones. Otros tantos se han ido por la cañería de los paraísos fiscales, o ha servido
para privatizar obras ruinosas como las de las autopistas, construidas en zonas
de escaso tránsito o han duplicado y triplicado
innecesariamente las carreteras. El rescate va suponer para el Estado Español 4.500 millones y cuando se privaticen de nuevo sólo se recuperaran
mil millones y a los ciudadanos nos va a costar
3.500 millones. Mientras, las diferencias económicas son cada vez más
grandes en el país, así el 1% de los más
ricos tienen tantas rentas y bienes como el 40%/45% de la población española,
los salarios se precarizan por el
aumento del trabajo temporal como moneda de cambio para disminuir
miserablemente el paro, al que han ido durante la crisis 400 mil trabajador@s
públicos. Más de doscientas mil personas han emigrado al extranjero, y el Gobierno y el partido Ciudadanos, en la línea
acostumbrada de precarización de la
sociedad, han aprobado por quinto año consecutivo un ofensivo aumento
de las pensiones en 0,25%, hipotecando el futuro inmediato de los pensionistas
y el de los que vengan detrás durante
veinte o treinta años. Por si fuera poco, los medios nos anuncian con el nuevo
año otras malas noticias como la subida del agua, la luz, el gas y productos
alimenticios, entre otros, de forma furtiva y solapada, en claro contraste con
el escaso poder adquisitivo de muchos ciudadanos.
En el plano político, los partidos engolfados en sus
propias estrategias e intereses electorales, con una mirada puesta en Cataluña
como pretexto, son protagonistas de un escenario, el parlamentario, en el que
sólo se han aprobado tres leyes y el PP y Ciudadanos han bloqueada cuarenta y
tres proposiciones de ley aprobadas en el pleno. Como conclusión, el Parlamento
central y el catalán-por la crisis de la Comunidad Autónoma- están en estado de
parálisis igual que la política general
del país.
Finalmente, nos
acercamos a Cádiz en nuestra mirada
a la realidad y nos encontramos con la noticia de estos primeros días del año:
“Enero no perdona la subida del paro en Cádiz”, aunque se suaviza la crítica
con datos comparativos del mes con los de años anteriores. La verdad es que en Cádiz y
su provincia ha subido el paro en 2705 personas después de la campaña de
Navidad, algo más del 30% de la población activa
Para la crónica laboral, enero es siempre un mes “negro” para el empleo porque se acaban
algunas campañas y la gente que sale a
trabajar estacionalmente vuelve a las
colas del paro; lógico en un sistema laboral débil, basado en la
temporalidad, la estacionalidad y la precariedad. Resultan intolerables los
datos de paro en la provincia en general y en poblaciones concretas: Cádiz,
capital, con 13.411 desempleados; San Fernando, 11.153 y Puerto Real, 5.049, por citar las tres
poblaciones en las que viven nuestros militantes. Las mujeres y los más jóvenes
sufren más el paro y grandes ciudades de la costa más que las poblaciones
medias y pequeñas del interior de la
provincia, salvo Jerez, que encabeza la lista provincial del desempleo con
28.659 personas.
¿Qué pensar con estos datos a la vista sobre el grado
de pobreza, precariedad, salud y cohesión social de las familias en las poblaciones gaditanas? ¿Cómo es
posible que en Cádiz capital 2.000 personas permanezcan en la lista de
aspirantes a una vivienda? ¿Cuántas personas han de acogerse a un bono social
en el consumo del agua y la luz? ¿En qué situación está quedando el tejido
social de nuestras poblaciones? ¿Hasta cuándo vamos a permanecer en este grado
de postración, y cómo vamos a salir de tal decadencia?
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