Buscar este blog por entradas laterales de otros textos

domingo, 6 de agosto de 2023

DESDE MI VENTANA: MIENTRAS LAS TEMPERATURAS SUBEN DE FORMA INQUIETANTE, NUESTROS COMPORTAMIENTOS NO CAMBIAN.

 

             

    DESDE MI VENTANA:

     MIENTRAS LAS TEMPERATURAS SUBEN DE FORMA INQUIETANTE, NUESTROS COMPORTAMIENTOS NO CAMBIAN


   Cuando escribo estas líneas, estamos a 6 de agosto, con 33º de temperatura. Desde mi ventana veo pasar vehículos y más vehículos. Pienso que somos capaces de sacrificar el futuro de nuestros, hijos, nietos  y del planeta en general por la flor de un día: el deseo convulso de desplazamientos continuos, la mayor parte de las veces por el disfrute del momento presente, pero también para huir  del medio físico diario donde se desenvuelven nuestras vidas, monótonas a causa del déficit de espiritualidad consciente y activa que padecemos. Desde esta manera, solo percibimos la realidad ambiente  con sus atractivos y llamadas materiales, sin más reflexión.

  Manifiesto un sincero pesimismo,  porque veo que no se escucha debidamente a los profetas laicos defensores del medioambiente y la naturaleza. El símbolo mágico de nuestra civilización es el dinero y en torno a él se mueve la especie humana. Me lo dicen algunos conocidos míos, neoliberales ellos: "Mira, Paco, yo soy materialista y creo como liberal económico que el dinero lo mueve todo. El sistema capitalista es el modelo económico que más progreso ha proporcionado a la Humanidad". Y cuando les pregunto: "¿Pero que hacemos con tanta pobreza como  hay en el mundo, creada por la desigualdad del sistema y la devastación ecológica causada por el calentamiento global y sus nefasta consecuencia el cambio climático?" A la primera parte de la pregunta me responden, con cierta displicencia y resignación, que se va haciendo lo que se puede, como si reconocieran las limitaciones del sistema y no quisieran salir de la lógica del dinero y su rentabilidad, pues, según me dicen, "el dinero no cae del cielo, y solo hay el que hay". A la segunda parte, que el cambio climático es un proceso natural, pero que tal como hoy se plantea- que el humano sea la causa eficiente más poderosa de los efectos indeseable de este fenómeno- es un invento de la izquierda, de los ecologistas y  de quienes viven del negocio de las renovables.

¿Habrán pensado alguna vez mis interlocutores negacionistas del cambio climático y sus efectos en los "daños colaterales", que es el precio que se paga para que unos podamos mantener nuestro tren de vida al que nos aboca el capitalismo neoliberal y que otros sean las víctimas de este desorden de cosas?

Finalmente, y sin querer cargar solo la responsabilidades en la ciudadanía, pues los poderes económicos y políticos tienen mucha culpa por su desidia en la solución de este problema, y a la vista de las teorías de mis interlocutores  neoliberales,  me pregunto si los usuarios de tanto coche y tanta moto no actúan como ellos, aunque no se planteen los argumentos  de  aquellos que defienden a capa y espada el modelo neoliberal capitalista?

 

 


     

No hay comentarios: