¿QUEREMOS IR EN EL TRAMO FINAL DE NUESTRAS VIDAS A UNA RESIDENCIA DE
MAYORES, FUERA DE CÁDIZ CAPITAL, Y ALEJADOS DE NUESTRO ENTORNO FAMILIAR?
Por supuesto que esta pregunta es pertinente para personas
que viven en la ciudad de Cádiz y que les preocupa dónde van a terminar sus
días. Además de esta aclaración, para nadie es un secreto la necesidad
apremiante de plazas públicas en residencias de mayores de nuestra ciudad.
De acuerdo con los datos presentados por el portavoz de “Justicia
Social”, Lorenzo Jiménez, en el Pleno municipal de 27 de julio, en el año 2022
la población toral de Cádiz capital era de 113.000 habitantes, de los cuales
más de 28.380 superaban los 65 años, lo que suponía el 25,1% de la población, un
alto porcentaje de personas mayores. la OMS (Organización Mundial de la Salud)
determina la necesidad de que en cada ciudad haya plazas suficientes para
atender al 5% de personas mayores, por lo que teniendo en cuenta la población
citada de 28.380 personas de la tercera edad, se necesitarían en Cádiz 1419
plazas. Si comparamos las que hay disponibles: 634 plazas cubiertas, de las
cuales 535 son privadas y solo 99 públicas, podemos considerar que el déficit
es manifiesto y elevado.
Por otro lado, y siguiendo con los cálculos expuestos al
alcalde y corporación municipal, si se tiene en cuenta que una residencia como
la “Micaela Aramburu” dispone de 120 plazas, se necesitarían en Cádiz 6’5
residencias de este tipo.
Estos datos responden a
la realidad frustrante de muchas personas mayores que se ven obligadas a ser
atendidas en una residencia, porque están enfermas, viven solas, precariamente
o en la pobreza. Al no disponer la ciudad de suficientes plazas públicas, la
Junta de Andalucía, antes con el PSOE y ahora con el PP, envía a estas personas
a pueblos y ciudades de la provincia, algunos tan alejados de la capital como
Olvera, Villamartín o Algodonales, con las consiguientes dificultades de sus
familias, muchas de ellas modestas, para visitarlas periódicamente. La
situación se agrava cuando los mayores trasladados a residencias de esas y otras
poblaciones enferman y son enviados para su atención médica a hospitales como los
de Ronda o Villamartín.
Por tanto, Se priva
además a nuestros mayores de vivir en la ciudad que nacieron o residieron
muchos años; de recibir visitas frecuentes de familiares, vecinos y amistades.
Por otra parte, y para añadir más datos que resultan
escandalosos: en la “Micaela Aramburu” solo hay 10 plazas concertadas por el Ayuntamiento de Cádiz, mientras que
las ciento diez restantes están ocupadas por personas pudientes que pagan altas
mensualidades por una habitación de ocupación simple o doble; una residencia cuya
construcción costó más de ocho millones de euros al ayuntamiento gaditano, es decir,
un centro de mayores pagado con fondos públicos se entregó a una empresa
privada para que lo negociara y administrara.
De las personas preocupadas por este problema es conocida la
tensión entre el PP local de aquel entonces, presidido por Teófila Martínez y
la Junta de Andalucía, cogobernada por el PSOE, en el asunto del concierto de
las noventa plazas de la Residencia “Micaela Aramburu” y la construcción de una
residencia en una parcela del llamado “Huerto del Cura”, en la barriada de la
Paz” Era una época de recortes, entre otros, del Gobierno de Mariano Rajoy a la
ley de Dependencia, con la que se podía haber financiado hasta el 70% o más de
las plazas concertadas que se solicitaban. La Junta alegaba tales recortes para
no concertar, aunque si pagó deudas sociales en otras provincias. El capítulo
final fue y ha sido más de lo mismo durante los gobiernos de “Por Cádiz si se
puede” y “Adelante Cádiz”. El balance, después de dieciséis años es nulo, pues
no se han concertado plazas para mayores y la parcela del Huerto del Cura”
permanece como un solar más de la ciudad sin utilización alguna.
¿Es mucho pedir, para
bien de nuestras personas mayores, que se concierten plazas suficientes y que
se construya una residencia pública y de gestión directa en Cádiz, aunque no se
llegue por ahora al 5% que determina la Organización Mundial de la Salud como
mínimo suficiente de atención a mayores en residencias?
El nuevo alcalde, Bruno García, ha presentado a
los medios con prontitud su primer plan de acción de gobierno, pero no he
podido leer que se haya referido al concierto de plazas y que se construya una
residencia pública de personas mayores en la ciudad, ni siquiera como
declaración de intenciones. Por lo que pienso que el problema de la acogida de
mayores en nuestra ciudad no va a estar en el apartado de urgencias del alcalde.
Ante esta falta de plazas concertadas para residentes de la
tercera edad y de residencias públicas en Cádiz, y a la vista de que el alcalde
de la ciudad ni siquiera se ha pronunciado sobre este grave problema, que necesita
soluciones urgentes, creo que es pertinente la pregunta que hacía al principio,
dirigida a la ciudadanía de esta ciudad: ¿QUEREMOS IR EN EL TRAMO FINAL DE NUESTRAS VIDAS A UNA
RESIDENCIA DE MAYORES, FUERA DE CÁDIZ CAPITAL,Y ALEJADOS DE NUESTRO ENTORNO
FAMILIAR? Y añadiría: JOVEN, ¿TE RESIGNARÍAS A QUE TUS PADRES Y ABUELOS TUVIERAN
QUE PASAR LOS ÚLTIMOS DÍAS DE SUS VIDAS DISTANCIADOS DE SU FAMILIA?
Paco González Álvarez.
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