EL TRABAJO DE
USAR Y TIRAR.
Para las
enseñanzas sociales cristianas y, por tanto, para la HOAC, el trabajo es el
centro de la cuestión social. De que haya o no empleo y de que éste se
desarrolle en condiciones dignas depende la solución a muchos problemas
sociales como la precariedad, la pobreza y la exclusión social.
En los cinco
minutos de intervención que se me han concedido voy a procurar desarrollar
brevemente tres aspectos: el primero, teórico pero, con fuerte influencia en la
praxis: La transformación del trabajo,
por la acción del sistema capitalista, de un principio de vida que humaniza en un instrumento de
empobrecimiento y deshumanización del
mundo obrero. El segundo es consecuencia
del anterior e ilustra con una breve
estadística la situación laboral que describimos. Y el tercero esboza la necesidad de continuar el compromiso militante de siempre en paralelo a
una iniciativa que indague y construya yacimientos de empleo y fuentes de
trabajo.
En la
introducción decíamos que el sistema capitalista ha producido una situación de
empobrecimiento y deshumanización de l@s
trabajador@s por transmutación del
trabajo de un principio vital, fuerza o actividad en un instrumento al servicio
de la explotación de la persona. No sólo el trabajo ha perdido su dignidad de principio de vida al ser cosificado por el
poder económico, sino que la misma persona trabajadora ha pasado también a ser un instrumento o mercancía a disposición del sistema productivo y del libre
mercado, privándole de su verdadera naturaleza de sujeto, autora, creadora y
artífice del trabajo para convertirse en un objeto más del sistema económico.
Sobre el obrer@ y trabajad@r se han colocado las pesadas y deshonrosas
cargas de la precariedad, el desempleo,
la pobreza e incluso la exclusión social.
Como se dice que una teoría es acertada si es
confirmada por la práctica, pasemos pues
de la teoría a la praxis,
iluminada ésta con una breve estadística negativa que cuantifica los desmanes
del sistema:
En nuestra
realidad más próxima: el paro ha llegado en Cádiz y provincia a casi 190.00O personas. Andalucía, con 1.044.155 desempleados, tiene
más de dos millones de personas en la
pobreza y un millón aproximadamente están en situación límite. La cifra global de paro en España es también
lamentable: supera los cuatro millones quinientos mil trabajadores y trabajadoras que no tiene
trabajo, y todavía no han aparecido los resultados de la EPA. Todo esto tiene
muy crueles consecuencias para la familias, casi dos millones de familias
españolas no reciben ingreso alguno de sus miembros. Además doscientas mil personas, de las que ciento
cuarenta y cinco mil son nativas, se han visto obligadas a abandonar el país en
busca de una mejor suerte.
La situación
en el mundo no es más halagüeña, ya que las dos terceras partes de la humanidad
viven en la pobreza y carecen, por tanto, de un trabajo. Aproximadamente un
millón doscientas mil mujeres no tienen acceso a los bienes fundamentales de
una vida mínima y 25.000 niñ@s mueren
diariamente en el mundo por hambre y enfermedades. ¿Qué mundo tan indigno es
éste, alabado hasta el aburrimiento por
los propagandistas del sistema en los MMCC? ¡Qué pena da leer artículos
panfletarios en la prensa de papel, en los que se critica sin piedad ideas o iniciativas
que pretenden dar la voz de alarma ante tanto trato injusto a los ciuadan@s,
principalmente a los necesitados y empobrecidos, y se las sofoca con descalificaciones y sospechas, creando estados de opinión
infundados o poco objetivos!
No obstante,
este panorama tan negativo y el desagrado que nos producen sus raíces
filosóficas, económicas y políticas, no podemos ejercer continuamente el papel
de plañideras o plañideros. Hemos de abrirnos camino, si no queremos que la
realidad que nos han construido los poderes financieros, el Gobierno, y políticos, sindicalistas y empresarios nos engullan sin remedio. Por esta razón, muchas de las personas que
asistimos a este acto estamos
comprometidas en diferentes organizaciones, a la vez que confluimos en tareas
comunes de participación, denuncia, acción directa y/u organizada. Algun@s
llevamos años en el empeño porque sabemos que
está dedicación permanente al compromiso es necesaria para intentar frenar las
injusticias, y en el caso concreto que me corresponde en esta intervención,
sirve también para dar la voz de alarma ante los numerosos atentados a los
trabajadores y trabajadoras, mediante reformas laborales de los gobiernos de
turno, en connivencia con la CEOE, que ponen en mano de los empresarios todo el
poder para legalizar el despido libre, los contratos basura y los salarios de
hambre y transformar contratos fijos o discontinuos en temporales, entre otras “lindezas”.
Llevamos adelante este compromiso porque
estamos convencidos de la necesidad de una profunda reforma del Estado al
servicio de una economía que ha desregulado profundamente el mercado. Hemos de repensar el sentido de nuestra humanidad, la
política y el carácter humanizador y digno
del trabajo; acometer la reforma de la empresa para que esté gestionada por todos los sectores implicados
en ella; articular los horarios laborales, a fin de conciliar la vida familiar
y social; potenciar la lucha por la defensa y extensión de los derechos
sociales, desvinculándolos en algunos aspectos del empleo y refundar el
movimiento sindical para los nuevos tiempos que se avecinan. El sindicalismo no
puede estar indiferente a los
movimientos sociales y éstos han de entender que todavía durante mucho tiempo
se necesitarán las organizaciones sindicales como instrumentos de control del
mundo obrero porque ni hemos alcanzado la Arcadia o la Utopía ni los nuevos
movimientos políticos podrán asegurar un sistema que garantice al cien por cien
la justicia social.
Sin embargo, siendo este compromiso popular,
político y social muy necesario, parece no ser suficiente, si no ganamos
espacios sociales por medio de iniciativas en la búsqueda de yacimientos de
empleo y otras fuentes de trabajo, más allá del mismo empleo. Como decía no
hace mucho tiempo nuestro amigo Pedro Castilla, necesitamos de expertos que
analicen la realidad social y económica, en las distintas especialidades de los
saberes teóricos y prácticos, para crear proyectos laborales y sociales- uno de
ellos entre otros, la renta básica- desde las circunstancias reales de Cádiz y su provincia, con la
finalidad de que afloren estas posibilidades de riqueza y empleo. ¿Cómo? La respuesta
a esta pregunta sería la creación de un foro social de personas capaces dispuestas
a dedicar su tiempo y talento a la construcción de planes concretos y científicos que permitan el descubrimiento de tales posibilidades.
1 comentario:
Excelente análisis, como todos los que suele realizar Paco González.
Aporta unos fidedignos y escalofriantes datos y profundiza en las causas de tan aterradoras estadísticas y las terribles consecuencias que produce para la humanidad.
Como siempre, desde una mirada cristiana y comprometida con la sociedad, y una admirable y coherente conciencia humana, también apunta unos horizontes de esperanza, fundamentados en la fraternidad global, único sendero para conseguir La Paz y felicidad de todas las personas que habitamos este maravilloso planeta.
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