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sábado, 11 de enero de 2020

Filosofía: la apertura al otro

LA APERTURA AL OTRO: UN PRINCIPIO FUNDAMENTAL DE  FILOSOFÍA PRÁCTICA Y EXISTENCIAL.

Uno de los principios que mueven mi pensamiento y mi conducta social es comprender al otro, pero para llegar a ese acto de comprensión  en profundidad es preciso que entienda a mi interlocutor; que me ponga en su lugar; que lo escuche- oír con atención- , hasta “el fondo”, como hace tiempo  le oí decir a unos amigos muy preocupados por el prójimo. En este “viaje” hacia mi interlocutor necesito unas herramientas fundamentales: 1º) Conocer algo de su vida, de su origen y de su historia personal y, si puede ser, familiar. Saber, por tanto, cuáles han sido algunas de las vicisitudes por las que ha pasado.  Captar, además, dónde pone el acento de sus alegrías, motivaciones, expectativas, tristezas y sufrimientos. 2º) Prestar atención a su lenguaje: expresión gestual y verbal, ya que son signos externos de conceptos y vivencias del sujeto, que expresan su personalidad, su inteligencia, las ideas fuerza que mueven su voluntad para pensar y actuar, nivel cultural , experiencias y capacidad para la bondad y la generosidad.

Por tanto, su comunicación conmigo me abre a una parte importante  de lo que es y piensa esa persona- el otro, la otra-; en definitiva, mi interlocutor o interlocutora. Aunque siempre queden en la oscuridad y en el silencio aspectos  de su vida que solo a él o a  ella  le pertenecen.


Desde los elementos conceptuales y vitales que me desvela en su conversación conmigo, puedo acercarme a lo que esa persona y yo tenemos en común y,  a partir de ahí, iniciar el peregrinaje de acuerdos y desacuerdos, intentando, con el mayor respeto a sus opiniones, establecer coincidencias y discrepancias, que representan la originalidad personal e incontrovertible  de cada persona, de cada sujeto. Finalmente, si es posible, llegar a unas conclusiones que podamos compartir y que sean, por tanto, el resultado efectivo de nuestra conversación.
 
       

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