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domingo, 13 de septiembre de 2009

"DADLES VOSOTROS DE COMER"(Lc,9)

DADLES VOSOTROS DE COMER”(COMENTARIO A LA SITUACIÓN DE CRISIS EN EL 29 ANIVERSARIO DEL ASESINATO DE Mr. ÓSCAR ARNULFO ROMERO.

San Lucas nos narra en el capítulo 9 de su evangelio como Jesús pide a sus discípulos que den de comer a la muchedumbre que le había seguido y escuchaba al Maestro, en el desierto, al declinar el día.

No es precisamente este mandato de Jesús el que tenían presente los agentes económicos norteamericanos cuando operaron en provecho propio. Por su egoísmo y ambición, el inmenso sector financiero, tan boyante y rico en otro tiempo, gracias a la acumulación indebida de beneficios, se ha venido abajo. Las pérdidas de los que más tienen han hecho saltar las alarmas. Sin embargo, no las hubo en su justa medida cuando Cáritas denunció que el 20% de la población española se encontraba en situación de pobreza o cuando las organizaciones sociales que trabajan en los países más pobres alertaban de la cifra aterradora de diez millones de niños muertos cada año por hambre, o los cinco mil que mueren de sed cada día que pasa.

Los pobres de la Tierra, los desempleados y los excluidos del sistema vienen padeciendo la crisis de siempre, antes de que se provocara la actual debacle financiera. Ambas son efectos del sistema capitalista neoliberal, que pone toda su fe y confianza en el dinero y el mercado, como si de dioses se tratara. A la vez que millones de hombres y mujeres del trabajo van a la calle, cerca de 923 millones de nuestros hermanos se mueren de hambre por la impresionante subida del precio de los alimentos, y, otros tantos, de graves enfermedades. al no poder acceder a los medicamentos básicos a causa del escandaloso negocio de las industrias farmacéuticas.

¿Qué hacer en estos tiempos tan difíciles, sobre todo para los empobrecidos?
1.- No perder la esperanza en que con la ayuda del Padre y los esfuerzos de hombres y mujeres de buena voluntad se podrán solucionar muchos de los problemas que nos aquejan.
2.- Orar por los pobres y los afectados víctimas las distintas crisis del sistema.
3.-Revisar nuestra vida personal, ajustándola a una mayor austeridad.
4.-Acercarnos y acompañar a los que sufren la pobreza, el paro y la precariedad.
5.-Compartir con ellos parte de nuestros ingresos y rentas, en la medida de las posibilidades de cada uno.
6.-Pedir a los empresarios católicos y de buena voluntad que recorten los beneficios que puedan obtener para mantener los puestos de trabajo en sus empresas.
7.- Denunciar las estructuras injustas y sus efectos.
8.- Recordar a nuestros mártires, que dieron su vida por lo que de justicia supone el mensaje de liberación de Jesús de Nazaret, o a aquellos otros que, sin ser creyentes, murieron también por la causa del ser humano.

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