DESCARTES Y SU “DISCURSO
DEL MÉTODO”
1.- COGITO ERGO SUM
Descartes nos dice en su "Discurso del
Método" que en un momento de su vida, decidió ocuparse sólo en la
investigación de la verdad. Pensó, entonces, que el camino acertado
para conseguir su fin (la verdad) era rechazar todo lo que pudiera
imaginar como absolutamente falso. Es decir, el filósofo pretendía partir de
cero, y para ello aplica la primera regla fundamental de su método: No
aceptar nada que no se le presentase como evidente, es decir tan clara y
distintamente a su espíritu (intuición) que no pudiese ponerlo en duda. Pensaba
que debía rechazar todas las razones, que antes había podido demostrar como
verdaderas.
Recuerda que pensó en los sueños que, a
veces, parecían realidad, y en las mismas cosas que veía de la realidad que
aparentaba no ser otra cosa, las posibles alucinaciones, etc. Todos estos
contenidos podían ser falsos, porque los sueños, las apariencias de la realidad
( la figura de un persona en una noche obscura, las alucinaciones, las
sensaciones captadas por los sentidos) nos engañaban.
Pero reparó en que no podía ser falso el
yo que pensaba o veía estas cosas que parecían falsas. La misma duda sobre
la certeza de las cosas, necesitaba de alguien que pensara y para pensar
el ser ha de existir. Pensar y existir son dos realidades que no se pueden
separar No era posible que él que las pensaba no existiese, es decir, fuese una
quimera. Vio que pensaba y existía independientemente de que fueran
verdaderos o falsos sus pensamientos. Nadie podía rechazar su COGITO,
ERGO SUM (PIENSO, LUEGO EXISTO (SOY). De esta manera dio con el primer
principio o verdad para construir desde un base segura toda su filosofía.
LA SUSTANCIA PENSANTE.
La sustancia pensante es el alma humana,
el espíritu del ser humano que se recoge en su principio: PIENSO, LUEGO EXISTO
(COGITO, ERGO SUM). Es la sustancia creada por Dios, finita y racional. Su
atributo o cualidad esencial es el pensamiento. Es, por tanto, el yo que
piensa; que ha intuido que piensa y existe y, por tanto, no es algo falso. La
sustancia pensante o yo pensante tiene dos modos de pensamiento: el
entendimiento, por el cual imaginamos, entendemos, vemos mentalmente. El otro
modo es la voluntad, por la que deseamos, queremos, rechazamos, dudamos, que
son distintos modos de querer.
La sustancia pensante define al ser humano, pues los animales y las cosas
no piensan. Es independiente y separada del cuerpo (dualismo
antropológico= dos sustancias, alma y cuerpo totalmente separadas una de otra).
La sustancia pensante es también inmortal, ya que al estar separada del
cuerpo (sustancia extensa) no le afecta la mortalidad de éste.
2.- CUALIDADES CUANTITATIVAS Y CUALITATIVAS.
LAS CUALIDADES CUANTITATIVAS. Son propias de la realidad exterior- del
mundo, de aquello que está fuera de la mente del sujeto pensante (sustancia
pensante o res cogitans). Son propiedades de los objetos físicos que pueden
medirse, la longitud, la anchura, la profundidad. Son, por tanto, cualidades o
propiedades objetivas. ¿Cómo las reconoce la razón? Por medio de las
matemáticas. Pongo un ejemplo: si tu madre quiere comprar un armario para tu
cuarto, lo primero que hará es medir el largo× el ancho× el alto de ese
mueble. Tendrá que saber también que altura tiene la habitación
donde va a colocar el armario y calculará cuánta superficie del suelo va
a ocupar la base del mueble, etc. ¿Qué nos dice este ejemplo? Sencillamente que
las cualidades cuantitativas de los objetos físicos se determinan por las
matemáticas. De aquí la palabra "cuantitativa", que viene de
cantidad, y para hallar una determinada cantidad hay que contar y medir.
Para Descartes, las cualidades cuantitativas son las que describen realmente la
realidad, porque las intuimos por la razón que es la que garantiza el
conocimiento seguro, verdadero.
LAS CUALIDADES CUALITATIVAS:
Aquí planteo dos preguntas: 1) ¿Qué son
las cualidades cualitativas? 2) ¿Por qué, para Descartes, las cualidades
cualitativas no describen realmente la realidad?
Las cualidades cualitativas, también
propias del mundo exterior, son el color, el olor y el sabor. Son captadas por
los sentidos, y, como ya sabemos, las sensaciones que recibimos del mundo
exterior por medio de los sentidos son engañosas para nuestro filósofo, por su
variabilidad..Los cálculos matemáticos con los que medimos las cualidades
cuantitativas son exactos, pero el sabor, el olor, el color- cualidades
cualitativas- son variables y oscurecen el conocimiento sobre la realidad
exterior. Por tanto, estas cualidades no describen realmente la realidad,
porque se captan por los sentidos que nos engañan.
3.- LA GARANTÍA DE DIOS.
LA GARANTÍA DE DIOS.
VOCABULARIO: GARANTÍA SIGNIFICA
"PALABRA"("TE DOY MI PALABRA DE...") "CERTEZA"',
"RESPALDO").
Dios es la garantía de que la
razón humana que él ha creado puede alcanzar el conocimiento verdadero,
porque no engaña. Descartes, en su afán de descubrir el
conocimiento seguro (la verdad), recurre una vez más a la idea de
un ser perfecto. Piensa que cuando nuestra razón intuye las cualidades
cuantitativas o relaciones matemáticas, Dios es el que coopera en estas
operaciones. Como hemos dicho antes, hemos intuido esas relaciones
matemáticas y el no nos puede engañar porque es un ser perfecto. Descartes
invoca, pues, la garantía de Dios- su palabra, su veracidad- para que el
pensamiento que es lo que reconocemos con nuestra razón,
corresponda a la realidad (conocimiento verdadero de los objetos,
del mundo exterior). Dios asegura a la razón el conocimiento verdadero
cuando ésta capta o intuye las relaciones matemáticas (cualidades
cualitativas de los objetos o cosas).
4.- MECANICISMO MATERIALISTA CARTESIANO. EL ALMA Y EL CUERPO.
MECÁNICISMO MATERIALISTA:
Según Descartes, el cuerpo humano es una
pieza de mecánica. Pero, a pesar de esto, reconoce que el ser humano tiene un
alma que puede actuar completamente libre en relación con el cuerpo.
En cambio, las funciones corporales
(digestión, respiración, etc) no tienen tanta libertad sino que están sometidas
a sus propias leyes.
La razón, al estar en el alma o
ser el alma misma, es totalmente libre en relación con el la realidad
externa- el mundo-.
Como estaba entusiasmado con el
movimiento autónomo de máquinas y relojes, Descartes consideró que los animales
eran autómatas, ya que se mueven por sí solos, para diferenciarlos de las
máquinas, construidas por el hombre.
ALMA Y CUERPO.
Entonces, si Descartes afirma que alma y
cuerpo son totalmente independientes una de otro, ¿cómo actúan en esa
estructura que es el ser humano?
Mediante la glándula pineal órgano
cerebral especial, el alma se relaciona con el cuerpo. De esta manera, el alma
se deja confundir constantemente por los defectos y necesidades del cuerpo.
Así, en muchas ocasiones, nuestra mente nos dice una cosa sobre algo que no nos
conviene, pero seguimos los deseos del cuerpo, confundiéndonos. El
entendimiento nos hace comprender una cosa, pero nuestra voluntad, también modalidad de la sustancia pensante se
deja llevar por las pasiones del cuerpo.
A pesar de los cambios del cuerpo que
envejece y se hace pesado, el alma no está sometida a modificaciones.
5.- ¿CÓMO CONCIBE DESCARTES EL MOVIMIENTO?
DIOS Y EL MOVIMIENTO:
La única causa
generadora (que produce) el movimiento es Dios, precisamente en el momento de
la Creación. ¿Cómo creo el movimiento? Lo hizo de tal manera
que el movimiento es constante. Es posible que se fijara en esos astros que
giran permanentemente en el Universo.
Este movimiento constante conserva el mundo.
A nivel global, del mundo o del universo, la cantidad de
movimiento no varía según Descartes. Sí, a nivel local, de tal manera que por
nuestra experiencia vemos los cambios que se producen en la realidad.
LAS LEYES DEL MOVIMIENTO:
En este plano más local, el
filósofo fórmula tres leyes que rigen el
movimiento de los cuerpos, los
choques e impacto sobre entre los mismos
que aumentan o disminuyen la cantidad de movimiento e, incluso, la dirección de la trayectoria del cuerpo en movimiento.
Veamos esas tres leyes:
Primera ley del movimiento: La materia
es pasiva para Descartes; es decir, porque tiende a permanecer en el estado en
que se encuentre, salvo que una fuerza o acción
exterior la modifique. Si un cuerpo
es cuadrado, se mantendrá con esa
forma, si no se la cambia, por ejemplo,
a redonda, como en el caso de un escultor que haga de ese cuerpo una esfera del
mundo. Un objeto permanecerá en reposo, mientras otra fuerza exterior no lo ponga en movimiento. Por ejemplo, una
bola de billar no se moverá de la mesa donde está, si no la mueve otra por un
impacto o choque provocado por el
jugador cuando utiliza el taco para ello. También puede moverse si
inclinas la mesa de juego. Por tanto, la bola que utiliza el jugador y la
inclinación de la mesa son fuerzas externas, que han sacado al objeto- en este
caso, la bola- de su estado de reposo.
Segunda ley del movimiento: Un cuerpo en
movimiento tenderá a continuar dicho movimiento en línea recta. Pero aquí hay
un problema. Descartes describía idealmente el movimiento rectilíneo ( en línea
recta ), pero los cuerpos en movimiento no podían seguir el movimiento en línea
recta ya que negaba la existencia del espacio vacío; creía que era pleno, ocupado sólo por los
objetos y la extensión .Por tanto, al seguir su dirección los cuerpos chocaban
unos con otros y se iban desplazando también
unos a otros, de tal manera, que
el movimiento en línea recta se transformaba en anillos de cuerpos
que se mueven al mismo tiempo. Caía, pues, en una contradicción, ya que, por una parte, afirmaba idealmente
que el movimiento era rectilíneo y, por otra, al no haber espacio vacío, los
cuerpos chocaban unos con otros formando anillos o remolinos entre ellos?
Tercera ley del movimiento:
La cantidad de movimiento no se
pierde en los impactos entre los
cuerpos. Hemos dicho que la cantidad de ley se
conserva en los impactos. Si un cuerpo en movimiento (A) choca con otro
más fuerte que él (B), Es decir, que B tiene más resistencia a permanecer
en reposo, en su estado; (A), el cuerpo en movimiento, no perderá nada de su
movimiento, aunque se desviará de su dirección. Imaginemos una pelota que choca
con una bola de hierro, la pelota no perderá su movimiento, pero variará
su dirección. En caso contrario si A es el objeto en movimiento como
antes, pero tiene más fuerza, moverá al objeto en reposo, pero perderá tanto
movimiento como dé al otro.
BIBLIOGRAFÍA:
1. René Descartes. Discurso del método, traducción, introducción y notas de 2. Juan Carlos García Borrón. Libro clásico de ediciones B.
3. Jostein Garder. El mundo de Sofía. "Descartes quería retirar todo el viejo material de construcción (pág 283).Siruela, Biblioteca Garder.
4. Adrián Matas, Javier Núñez, Eduardo Foronda, Francisco J. Cortés, Vicente Sobrino. Textos de filosofía, capítulo 3. Universidades de Andalucía, ediciones Laberinto.
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6. Tomás Lobato Valderrey. Historia del pensamiento.Dykinson, S.L., (2002).
7. Ángel González Álvarez, Historia de la filosofía,en cuadros esquemáticos, 10 edición. E.P.E.S.A. (1982).
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10. Sergio Rabade Romero, director. Descartes y la gnoseología moderna. G. del Toro, editor (1971).
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